Fotografía de Ana Obregón y Álex Lequio

La carta desgarradora de Ana Obregón a su hijo Álex

La actriz está destrozada por el dolor

Fotografía de Ana Obregón y Álex Lequio
Ana Obregón se despide de su hijo en las redes | Instagram

Siempre habrá un antes y un después del 13 de mayo de 2020 en la vida de Ana Obregón. Ese día falleció su hijo Álex. No hay nada más terrible que la muerte de un hijo

Ana ha publicado en  Instagram una carta de despedida a Álex que encoge el alma.

Una misiva a corazón abierto

«Sé que nunca te ha gustado que hable de ti públicamente, perdóname. Me lo pide el corazón y ahora que tengo un poquito de fuerzas tenía que agradecer los cientos de miles de mensajes de cariño y admiración hacia ti», comienza diciendo Ana.

Y continúa: «Te has ganado a pulso el cariño de todos los que te conocieron. Primero en el colegio. Luego en la Universidad con la beca que conseguiste para estudiar en Estados Unidos que culminaste en tu regreso a España creando una empresa de éxito con 24 años.»

«Hasta que un día apareció la palabra "cáncer" en nuestras vidas. Has luchado valientemente dos años contra esa maldita enfermedad con una sonrisa. Colaborando con fundaciones. Ayudando y animando con tu sentido del humor a todos los que también la padecían.Te convertiste en su ejemplo

«Demasiado noble, generoso y solidario, Único y grande para caber en este mundo. Mi guerrero de la eterna sonrisa a pesar de los dolores, meses de hospitalización y sufrimiento

«Para mí ha sido un honor estar a tu lado de la mano en esta batalla sin descanso. También viéndote sufrir sin una queja. Ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar.Tu viaje ha roto el corazón de toda España

«Ahora brillas en la eternidad iluminándonos para siempre. Sé que desde ahí arriba quieres agradecer tantos miles de mensajes de amor y admiración inesperados para ti pero que te ayudarán a tu largo viaje.»

Una madre sin ganas de vivir

«¿Qué puedo decirte hijo? Eras mi vida y ahora ya no hay nada. Perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir,» confiesa Ana.

«Y tú querías vivir. Casarte algún día y tener 5 hijos. Muchas noches en el hospital pedimos juntos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso. Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo insoportablemente de menos

Finalmente se despide de su hijo: «Mi Aless. Ha sido y es  un verdadero privilegio ser tu madre. Te quiero desde siempre y para siempre. Eternamente. Mamá.»