Ana María Aldón parece haber llegado a su límite. Tras los numerosos enfrentamientos con la familia de su marido y la bronca del diestro en pleno directo, la diseñadora decidía poner tierra de por medio.
Todo indica que el matrimonio vive sus horas más bajas y Ana ha manifestado a su entorno que ya no puede más.
"En mi casa tengo que pedir permiso para todo, en mi casa manda más Marina que yo, la persona de servicio, en mi casa manda más Gloria Camila que yo", se habría lamentado.
Aunque también cuenta con aliadas como Carmen Borrego que han dado la cara por ella.
"Lo dejó todo por Ortega Cano, su frutería. Nos reímos de la frutera pero ella se embolsaba todos los meses tres o cuatro mil euros y ayudaba a toda su familia. Ahora él no le ayuda nada, por eso ella tiene que buscar trabajo", apuntaba la colaboradora.
"Me he quedado muy preocupada, las cosas no están bien. Están llegando a límites muy duros", sostenía.
De momento, todavía no se atreve a hablar de separación, pero sí de un problema grande:
"Ana María ha tocado fondo, está muy mal. No quiere separarse de su marido pero tiene miedo. Se irá a Sanlúcar, donde está su familia y su madre enferma. Es una vía de escape para ella", asegura Borrego.
"Cuando sepamos todo nos vamos a llevar las manos a la cabeza", advierten.
Descubre lo que pocos saben de Ana María Aldón, la mujer de José Ortega Cano
El matrimonio de Ortega Cano y Ana María Aldón no pasa por su mejor momento
Por suerte, parece que Rociíto ha decidido dejarla fuera de todo lo referente a su docuserie. Ese es otro dolor de cabeza para Ortega Cano, al que la hija de 'la más grande' tiene en el punto de mira.
"Tiene razón, no tenemos relación, yo no tengo nada que ver en todo esto, ella ha contado su verdad que es lo que tiene que hacer", comentaba Aldón al respecto.
"En el trato que yo he tenido con esa parte de la familia de mi marido no he tenido ningún problema, en eso no puedo coincidir con Rocío porque yo no he vivido lo mismo que ella", decía sobre los Mohedano.
"Extrapolo lo que dijo Rocío Carrasco a mí. Me pregunto qué pensará el día de mañana mi hijo[el pequeño José María]cuando oiga a su padre decir que el amor de su vida era Rocío", sentenciaba lanzándole un dardo envenenado a su marido.
Cansada de todo, la colaboradora no se lo ha pensado dos veces a la hora de de poner rumbo a Sanlúcar de Barrameda.
Allí, Ana María se refugia en el cariño de sus familiares. Además, ya ha compartido una imagen junto a una de las personas que más quiere, su nieta, y un texto de lo más llamativo.
"Mi vida, de la que no se habla, de la que pocos saben y por la que doy hasta mi última gota de sangre", escribía.
Rodearse de los suyos será, sin duda, la mejor terapia para la diseñadora, que los necesita más que nunca.
"Ana es una persona que ha estado en tratamiento, que lo ha pasado muy mal y que poco a poco ha ido saliendo a flote", aseguran.
"Todo lo que está pasando ahora le está llevando a un estado en el que se encuentra ahora".
Al parecer, fue la llamada de su marido en directo lo que la llevaba a tocar fondo de manera definitiva.
"A mí me ha llamado una persona y me dice: 'te pido que llames a Ana María porque estoy muy preocupado'", informaba Carmen Borrego.
"Le pregunto que qué ha pasado. Esa persona me dice: 'después de ayer, cuando oye a su marido entrar en Ya son las ocho, ella se ha venido abajo. Está muy mal. Estoy preocupado de lo mal que está'".