Un tremendo incendio declarado ayer en un domicilio familiar en Almonte (Huelva) arrebató la vida de un niño de 8 años. Se trata de Alejandro, que no pudo ser rescatado como su madre y sus hermanos y quedó preso de las llamas. Lo encontraron muerto en el cuarto de baño, donde se había refugiado.
Los vecinos que estuvieron presentes en el incendio recuerdan entre lágrimas lo sucedido. Rocío, la madre, y sus tres hijos estuvieron a merced del fuego antes de que este arrasara por completo su vivienda. La ayuda de los vecinos logró salvar la vida de la mujer y de dos de los tres menores.
Hay una investigación para esclarecer el origen del fuego, pero de momento sí saben que este empezó en la planta baja. El incendio fue tan virulento que hoy el edificio ha quedado completamente inhabitable. Ahora solo quedan las cenizas, la tragedia de una familia y el horror en el cuerpo para los vecinos.
Rescate in extremis
En declaraciones a El Español, un vecino cuenta cómo sucedieron los hechos en el número 71 de la calle Senda de los Tunos, en Almonte. El fuego se originó en la parte baja de la vivienda y Rocío, la madre, salió al balcón con sus tres hijos. Se trata de una niña de dos años, y dos niños de ocho y doce años.
Eran las 12:30 horas de la mañana cuando los vecinos se vieron sobresaltados por los gritos. La madre y los tres niños estaban cercados por las llamadas y el humo. Habían avisado al 112, pero necesitaban ayuda urgente y los vecinos decidieron actuar mientras esperaban a los bomberos.
“Golpearon las puertas, intentaron tirarlas, pero no se abrían”, cuenta el testigo. Según cuenta, también intentaron forzar la puerta del garaje pero no cedía, y con el paso de los minutos aumentaba la angustia. Entonces, a la desesperada, empotraron una furgoneta contra la puerta para evacuar a los afectados.
Se soltó de la mano
El techo de la furgoneta quedó justo debajo del balcón y sirvió como plataforma para la evacuación de las víctimas. Rocío, su hija de dos años y su hijo de doce pudieron descolgarse y ponerse a salvo. Pero “en un momento dado, el otro niño se le fue a la madre de la mano y se metió dentro de la vivienda”.
Los vecinos fueron testigos de los gritos desesperados de la madre: “mi Alejandro está dentro”. Fue justo antes de que llegaran los Bomberos, junto a Guardia Civil, Policía Local y ambulancias. Pero para entonces Alejandro ya estaba dentro del hogar atrapado por el humo, y era demasiado tarde.
El pequeño Alejandro se había encerrado en el baño de la primera planta donde lo encontraron muerto por intoxicación. Su cuerpo fue trasladado al anatómico forense para realizarle la autopsia. Mientras, su madre y sus dos hermanos tuvieron que ser llevados al hospital por quemaduras leves.
Solidaridad entre vecinos
Cinco dotaciones de bomberos trabajaron en la extinción del incendio, que culminó a las cuatro de la tarde. Según ha desvelado El Español, en el interior de la vivienda había zonas con una gran carga térmica, de hasta 1.200 grados. Esto complicó las labores de extinción, que se alargaron durante horas.
Rocío estaba separada y vivía sola en la vivienda con los tres niños. La familia afectada es muy conocida en el barrio y pertenecen a la peña sevillista Antonio Puerta. Sus allegados aún no pueden hacerse a la idea de lo ocurrido y lamentan que ahora “se han quedado sin nada”.
Varias tiendas de la localidad están recolectando ropa y zapatos para vestir a la familia: “se necesita ropa de talla 2-3 años para niña y zapatos del número 20, y ropa de niño 3XL y zapatos del 46”. También para Rocío, “ropa de señora XL y calzado 38”. Los vecinos se han volcado trayendo bolsas llenas de ropa.
Luto en Almonte
El incendio que arrebató la vida al pequeño Alejandro fue el tercer en 24 horas en esta localidad. La semana anterior se produjo otro grave en el que hubo que atender a varias personas por inhalación de humo. Ante esta sucesión de incidentes, las autoridades han pedido la máxima prudencia.
“En las viviendas hay que revisar los trifásicos”, han explicado los especialistas. “Todos ellos deben tener fusible de seguridad para apagarlos y encenderlos, y hay que desechar todos aquellos que sean viejos o que hayan cambiado de color blanco al amarillento”. Estas son las medidas de seguridad básicas.
Por su lado, la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castelló, ha confirmado que el ayuntamiento ha ofrecido asistencia psicológica a la familia. También han decretado un día de luto oficial, y se ha hecho un minuto de silencio. La localidad, de 24.000 habitantes, está de luto por la muerte del pequeño Alejandro.