Tras su sonado divorcio con Raquel Perera, Alejandro Sanz ha vuelto a encontrar el amor de la mano de Rachel Valdés, con quién comparte su pasión por el arte. Además de haber encontrado su mitad, el cantante también ha encontrado una segunda madre para su hija Manuela, con quien acostumbra a acudir a los conciertos del intérprete de 'Corazón partío'.
Parece que Rachel ha encajado bien no solo en la familia de Sanz, sino también su corazón, tanto que el cantante ha decidido grabar la mirada de su pareja a tinta en su piel. «Mi amor y sus tattoos. Mi mirada en él», así anunciaba la noticia la propia cubana junto a una imagen del tatuaje que se había realizado su pareja en una de sus brazos.
El intérprete de 'Pisando fuerte', ha aumentado así, su particular colección de tatuajes, siguiendo su canción de «son tan fuertes tus miradas».
Un romance rápido y sincero
Sin duda, el intérprete está muy enamorado de su actual pareja, con quien iniciaba una bonita relación en otoño de 2019, es decir hace ya un año. Desde que se diese a conocer su romance, la artista cubana y el intérprete no se han separado en un solo momento e incluso han ido a diversos eventos juntos.
La relación entre ambos se iniciaba solo un par de meses después de que el cantante pusiese fin a su matrimonio con Raquel Perera. Pese a que su noviazgo con Rachel Valdés ha sido muy rápido, la artista cuenta con el beneplácito de toda la familia, especialmente de Manuela, la hija del cantante, a la que está muy unida.
Además de Manuela, Rachel Valdés tendrá que ir ganándose poco a poco el cariño de Dylan y Alma, los hijos que su actual pareja ha tenido cuando estaba con Raquel Perera. Y es que la joven cubana parece haber irrumpido en la vida de Alejandro Sanz dispuesta a quedarse en ella para siempre, y juzgar por los actos del cantante, parece que lo está consiguiendo.