La situación que se está viviendo en Lleida es de lo más delicada después de que los rebrotes hayan puesto en jaque a toda la comunidad. Los ciudadanos viven con angustia la idea de un duro confinamiento domiciliario que el president de la Generalitat ha solicitado en un intento de frenar la expansión del virus.
Unos reporteros de 'Cuatro al día' acudieron a la zona de Segriá para hacer un directo sobre la última hora de los contagios que se están registrando en la zona, cuando fueron agredidos. La tensión que se vive en la comarca ante un confinamiento impuesto por decreto ha elevado la incertidumbre entre la población que siente un retroceso en la «nueva normalidad».
Rocío Cano, la reportera enviada a Lleida, narró en directo lo ocurrido: «Sin darnos ningún motivo ni explicación, nos han tirado una silla y a mi cámara le han dado en la cara, donde tiene una herida, y también en el pecho le han dado un golpe. Yo he podido alejarme pero eso es lo que ha ocurrido. Nos recriminaban que por qué estábamos grabando aquí en Lérida» explicó a tiempo que afirmaba a Joaquín Prat que, a pesar de lo ocurrido, tanto ella como el cámara se encontraban bien.
Mientras se producía la grabación, comenzaron a lanzarles botellas, vasos y sillas. Incluso llegaron a propinarle un puñetazo al cámara, unas imágenes que fueron recogidas y emitidas minutos después. Joaquín Prat quiso saber la razón del incidente pero Rocío no encontraba ninguna. «Razón aparente no existe, simplemente se ha enzarzado con mi compañero cámara y conmigo» ha contado la reportera.
«Era uno que no estaba bien. Ha tirado las sillas, los vasos, de todo» explicaba un hombre que había sido testigo de lo ocurrido. La reportera aseguró que «hay tensión en la ciudad» y apuntó que «la violencia en ningún caso está justificada, nosotros somos meros periodistas que informamos» concluyó Rocío Cano.