Las palabras de Iker Casillas hace unos días en las que reconocía no haber estado el suficiente tiempo con Sara Carbonero siguen dando de qué hablar. El encargado de sacar esas palabras al exportero del Real Madrid fue Gustavo González. El colaborador e Iker guardan una buena relación desde hace muchos años y fue el encargado de hacer las fotos de la mudanza de Oporto a Madrid.
«Con Sara no ha pasado nada. Aquí se aprovecha alguien de un resquicio para conseguir unas migajas. A mí lecciones de profesionalidad y de ética no me da nadie y menos mi excompañero Diego Arrabal. Tengo la conciencia muy tranquilo. No hago pregunta-respuesta, lo que tiene que hacer Diego es aprender a leer», afirma Gustavo.
«Iker Casillas es consciente de lo que se va a escribir»
El colaborado de 'Sálvame' apunta que exjugador de fútbol sabe que sus palabras saldrán a la luz en un medio de comunicación del corazón: «Iker Casillas es consciente de lo que se va a escribir, de lo que se va a plasmar. Es cierto que estoy en Oporto, quedamos a tomar un café, hablamos por teléfono durante 20 minutos en la que veo un perfil muy humano y muy cercano de Casillas. Tras esa conversación le escribo para decirle que aparte de las fotos de la mudanza quería plasmar esas reflexiones de vida tras los problemas de salud».
Gustavo confiesa que avisó a Iker Casillas de lo que podía pasar: «De la conversación que tuve con él durante 2 horas tomando un café no hay ni una coma, solo hay de la charla por teléfono. Él sabía con quién estaba hablando, yo le avisé. Os prometo que si él me dice que no quiere que se refleje ni una sola palabra, no lo hubiese hecho, y me contestó con un audio muy divertido en el que no me dice no que no lo haga».
El colaborador cuenta todo lo que habló con Casillas: «Luego hablamos tras la publicación de la entrevista y me llama. No quiere líos con los medios, ni estar de actualidad y así me lo hizo saber. Ni yo tampoco. Pienso que Diego Arrabal es el mejor en lo suyo pero que no dé lecciones».
Finalmente, Kiko Hernández le preguntó si las acusaciones de traición al portero vienen motivadas por envidias: «No lo creo, pero esta entrevista tiene un valor periodístico que a muchos les hubiera gustado tener pero no creo que sea envidia, será otra cosa», recalca Gustavo.