Fran y Cayetano Rivera vestidos de torero en una imagen de archivo

El abogado de Francisco y Cayetano Rivera mueve ficha en el peor día para Kiko

Joaquín Moeckle de las claves sobre el requerimiento notarial de los hermanos Rivera a Isabel Pantoja

Fran y Cayetano Rivera vestidos de torero en una imagen de archivo
El abogado de Fran y Cayetano Rivera da las claves sobre el conflicto con Isabel Pantoja | GTRES

Kiko Rivera ha abierto todos los frentes en relación a la herencia de su padre, Paquirri. El DJ ha reabierto ese proceso que en su día dieron toda la razón a Carmen Ordóñez, ex del diestro, allá por 1994. Aquella sentencia nunca llegó a ejecutarse, ya que Isabel Pantoja nunca les dio esas pertenencias de Paquirri, pese a los constantes peticiones por parte de sus hijos, en primer lugar Francisco en el año 1995 y después su hermano Cayetano en 2006.

A día de hoy, la historia podría dar un vuelco tras el requerimiento notarial de su abogado, Joaquín Moeckel, que ha hablado con 'Vanitatis' para poner encima de la mesa todas las claves del conflicto entre los Pantoja y la familia Rivera.

Joaquín Moeckle desvela lo que Isabel Pantoja nunca cumplió «por las buenas»

Moeckle vuelve a 1987 para repasar lo sucedido por aquel entonces: «Aquel año se firma la escritura particional de la adjudicación de herencia de Paquirri. Aparte de esta escritura, que es el documento más oficial, se firman otros dos complementarios para enseres de menor importancia. Ese anexo es suscrito por todos los comparecientes de la herencia. Eso nunca lo cumplió la señora Pantoja por las buenas. Por eso se abre un proceso judicial que dice que tiene que entregarlo, fue recurrido y hubo muchas vicisitudes de carácter jurídico», asegura.

«Las manifestaciones de este señor, Kiko Rivera, diciendo haber visto y presenciado esos enseres en la finca. Lejos de estar robados, perdidos o sustraídos, vuelven a tener actualidad. Ha vuelto a renacer después del aletargamiento de tantos años. Se ha intentado pedir, pero yo como abogado, como jurista, no puedo pedir las cosas por los medios de comunicación. Os puedo contar las cosas jurídicas, pero yo no puedo requerir a través de vosotros para reclamarlas. Lo tengo que hacer o judicial o notarialmente. Pasar de la indignación a la acción. Hemos movido ficha», sentencia el abogado de los hermanos Rivera.

«Puede no contestar, lo que nos podría llevar a dar otro tipo de pasos, en este caso judiciales»

La nueva reclamación del abogado de Francisco y Cayetano Rivera empezó «el pasado martes por la mañana en la notaría de Medina Sidonia, en Cádiz, porque es la población donde radica la finca Cantora. Le requerí a la señora notaria que fuera a la finca y a su vez requiera a la señora Pantoja que haga entrega de estos enseres a estos señores, con la lista pertinente. A partir de ese momento, ella tiene un plazo de 48 horas para contestarme».

Sobre cómo puede reaccionar Isabel Pantoja, el letrado cree que «puede no contestar, lo que nos podría llevar a dar otro tipo de pasos, en este caso judiciales. También puede contestar que está de acuerdo y que un día determinado podemos ir a recoger los enseres. Otra opción es que diga que ella ganó un pleito en su día y es la dueña de todo. Podría decir también que ya le conté en su momento que me robaron hace tiempo, o que le pedimos catorce cosas y solo tiene cuatro. Hasta que no sepamos su respuesta no sabemos lo que haremos nosotros».

«Lo que no prescribe nunca es la maldad de las personas»

Preguntado por si prescribe este asunto, Moeckle afirma que «lo que no prescribe nunca es la maldad de las personas. No digo que sea mala persona Isabel Pantoja, lo digo en general. Se puede confiar en las malas personas, porque no cambian jamás. Sin embargo, en una buena persona no se debe confiar, porque sí puede cambiar».

Finalmente, el abogado de los hijos de Carmina Ordóñez ve a Cayetano y Fran Rivera con «mucha ilusión y esperanza. Sabes que el 18 de diciembre es el Día de la Esperanza... Yo la tengo. A ver si reacciona de una vez. ¡Para qué quiere esos trajes en un cuarto pudriéndose, apulgarados!».