La Navidad siempre ha sido una época de comidas familiares y encuentros sociales. Sin embargo, esta tradición cultural se antoja más complicada que nunca debido a la crisis del coronavirus.
El deseo de reencontrarnos con nuestros seres queridos en estas fechas tan señaladas, volver a casa por Navidad, es uno de los momentos más especiales para muchas personas.
La crisis de coronavirus ha provocado que cualquier encuentro social y desplazamiento masivo de personas supongo un enorme riesgo para la expansión del virus, especialmente cuando las personas proceden de diferentes partes del país e incluso el mundo.
¿Cómo será la Navidad 2020?
Por el momento se mantiene la incertidumbre de lo que sucederá las próximas Navidades. A la espera de cómo evolucione la situación epidemiológica tras las medidas implantadas, parece difícil pronosticar cómo nos encontraremos para esas fechas.
«En la tercera semana de noviembre la situación será muy crítica para las ucis y en parte para la hospitalización en general. No sé si colapsará. No sabemos cuántas semanas va a durar esta progresión de la transmisión ni si las medidas tendrán efecto» advirtió Fernando Simón en su primera comparecencia tras el decreto del estado de alarma.
En caso de que las actuales restricciones se mantuviesen vigentes durante el mes de diciembre, sería imposible concebir una Navidad tal y como estamos acostumbrados.
El toque de queda y la limitación de las reuniones sociales a seis personas impide claramente la celebración de cualquier cena familiar entre no convivientes.
La propuesta de Cataluña para celebrar la Navidad en plena pandemia
Por esta razón, son muchas las propuestas que han surgido para intentar salvar las Navidades sin poner en riesgo la salud.
La consellera de Salut de Cataluña, Alba Vergés, ha hecho una propuesta que supondría cambiar el concepto actual de la Navidad.
«Tenemos que explicar a la gente cómo vivir una Navidad a través de las herramientas para defendernos de este virus. No es una cuestión de vivir una Navidad encerrados en casa y no poder ver a nadie, sino de escoger bien a quien hemos de ver» ha advertido la consellera en una entrevista en TVE.
Alba Vergés ha insistido en la responsabilidad individual de no tomar riesgos innecesarios y limitar el círculo social, pero no ha cerrado la puerta a celebrar reuniones de más de cinco personas para evitar la fragmentación familiar que podría derivarse de esta acción.
«Se trata de no tomar tantos riesgos, no necesariamente importa el número exacto, pero cuanta menos gente, mejor» ha insistido la consellera.
Reuniones de grupos reducidos, de corta duración y en espacios ventilados
Para disminuir el riesgo de contagio durante estas reuniones, la consellera recomienda reducir al máximo el número de asistentes a cada reunión y dejar un margen entre los encuentros con distintos núcleos sociales.
«Encadenar muchas cosas seguidas con diferentes personas, es complicado. Podemos vernos con una parte de la familia y esperar unos días para ver a la otra parte de la familia» ha propuesto Alba Vergés.
Además, en vez de grandes comidas y cenas familiares, la responsable de salud propone otro tipo de encuentros. Reuniones de grupos reducidos, de corta duración y en espacios ventilados. A modo de ejemplo, una merienda al aire libre.
«Las reuniones deben ser en lugares ventilados y durante un tiempo más corto. Quizás tenemos que hacer cambios en las comidas y organizar una reunión por la tarde» ha sugerido la responsable de salud.
La consellera tiene claro que esta Navidad será diferente a cualquiera que hayamos vivido y augura que deberemos sufrir para adaptarnos a esta nueva situación.
«Yo imagino la Navidad, desde el punto de vista de la pandemia, complicada. Para nuestra sociedad es una época de comidas, encuentros, sobremesas... Sufriremos», ha señalado en la entrevista a TVE.