Se llamaba Yulia Zdanovska y era una de las mentes más brillantes del mundo. Con solo 21 años era una de las mejores matemáticas del continente y se había convertido en todo un símbolo para su país. Ahora es además una heroína de Ucrania, porque ha muerto durante uno de los bombardeos de Járkov.
Cuando estalló la guerra, Yulia se negó a abandonar su país y se alistó como voluntaria para ayudar a la evacuación de civiles y animales. “Me quedaré en Járkov hasta que ganemos, había dicho antes de morir. Su último mensaje ha llegado a los corazones de todos los ucranianos que resisten a la invasión.
La invasión rusa de Ucrania, iniciada el 24 de febrero, se ha cobrado centenares de vidas civiles. La mayoría son gente anónima, pero también se cuentan actores, deportistas y otras celebridades del país. Yulia es una de esas personas que ha decidido defender a su país hasta sus últimas consecuencias.
Yulia, un ser muy especial
Yulia Zdanovska tenía una mente privilegiada y la cultivó desde muy pequeña con mucho esfuerzo. Estudió matemáticas informáticas en Kiev y en 2017 ganó la medalla de plata en la Olimpiada Matemática Europea de Niñas (EGMO) en Zurich, Suiza. La ucraniana superó a cientos de participantes de 44 países.
“Con gran tristeza les informamos que Yulia Zdanovska, concursante de EGMO en 2016 y 2017, ha muerto en un bombardeo en Jarkov”. Así comunicaba la institución la trágica pérdida de una mente tan brillante, no solo para Ucrania sino para el mundo entero. Tuvieron palabras de elogio para la matemática.
“Un ser humano increíblemente brillante, apasionado y amable”, escribieron en su web, “le encantaban los niños y las matemáticas”. Destacan que “como ganadora de varios concursos de matemáticas e informática pudo elegir cualquier carrera profesional”. Y añaden que decidió “seguir su sueño, enseñar a los niños y revolucionar la educación”.
Dedicada a los demás
Además de una mente brillante, Yulia poseía un espíritu humanitario que la llevó a dedicar su talento a los demás. Por eso iba a pequeños pueblos y aldeas a dar clase a niños que no tenían el privilegio de recibir una educación de calidad. En esa tarea demostró su compromiso con el desarrollo y la igualdad de oportunidades.
Cuando comenzó la guerra, la ciudad donde nació, Jarkov, cayó en manos de los rusos y ella decidió quedarse y ayudar. Mostró su firme compromiso de quedarse en su ciudad “hasta que ganemos”, y para ello sacrificó su propia vida. Durante estas semanas colaboró con la resistencia en tareas humanitarias.
La joven pertenecía a la organización benéfica Teach for Ukraine, dedicada al desarrollo de los niños en escuelas y comunidades con pocos recursos. Hacía meses que trabajaba en esta ONG en escuelas de la región de Dnipropetrovsk. Su empeño era hacer que los niños amaran las matemáticas, y no las temieran.
No es la primera
Teach for Ukraine también ha recordado con tristeza a su profesora desaparecida, a la que ha definido como “una fantástica maestra”. “Te echaremos de menos siempre”, recuerda la publicación, un pesar que es compartido por todo un país. “La crueldad de Putin mata a jóvenes ucranianos con mucho por ofrecer”, expresaron las redes.
La muerte de Yulia ha causado indignación porque supone el asesinato de voluntarios que realizan tareas humanitarias. Y no es la primera vez, porque el 4 de marzo ya hubo que lamentar la muerte de la voluntaria Anastasia Yalanskaya, de 26 años. Murió a tiros mientras entregaba comida en un refugio para perros.
En las últimas horas se ha conocido también la captura de un voluntario español, Mariano García Calatayud. Se trata de un jubilado que llevaba siete años realizando labores humanitarias en Ucrania y que se había opuesto abiertamente a la invasión. Su familia no sabía nada de él hacía días, y ahora han confirmado su detención.