La familia y amigos de Yolanda todavía lamentan el trágico accidente en el que perdió la vida esta mujer de 53 años tras caer a un pozo y ahogarse. Junto a ella se localizó a su mascota, un pequeño cachorro de apenas un año.
Fueron sus amigos, junto a la Guardia Civil y agentes de la Policía Local de Alpedrete los que localizaron su cuerpo y el del animal hace una semana en un pozo sin sellar de la localidad madrileña. Junto al pozo, de tres metros de diámetro y gran profundidad, se localizaron sus llaves además del teléfono, confirmando que seguramente la mujer intentó salvar al perro.
La zona donde tuvo lugar el accidente se conoce en la localidad como Mataespesa. Es una finca que no está vallada y no muy frecuentada por los vecinos de esta zona de la sierra de Guadarrama. Tras el accidente, el ayuntamiento cerró la zona con unas vallas de hierro, pues el pozo tampoco estaba tapiado. Yolanda estaba casada y tenía tres hijos. La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue el ahogamiento. Su cuerpo tenía claras señales de arañazos y erosiones en las manos que confirman que intentó escapar sin éxito.
Claras señales que intentó salvar a su mascota
Todo paso en la tarde del viernes 27 de noviembre. La mujer había salido a pasear con el perro en esta zona, que como decíamos es muy frecuentada. Sobre las seis, la familia se empezó a preocupar, según explicaba 'El Mundo', pues no había vuelto a la hora acordada con su hijo. Tampoco contestaba a las llamadas de su marido.
El hombre junto a unos amigos y la Policía Local empezaron a recorrer el camino que habría tomado Yolanda. La mayoría de participantes en la búsqueda sabían que en esa zona había varios pozos. Finalmente fue localizada junto al cachorro en un depósito abandonado. La sección de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil sacaba su cuerpo del pozo. Al día siguiente el del animal.
El hecho de encontrar sus pertenencias fuera del pozo hace pensar a los investigadores que primero cayó el animal y que ella lo intentó rescatar. «Si hubiese caído ella primero no estarían tan colocadas las llaves y su móvil», explican fuentes de la investigación al medio citado.
Existe la posibilidad que el perro intentara beber y que acabara precipitándose al interior del pozo. A partir de aquí, se cree que Yolanda intentó hacer una especia de rampa con dos palos para salvar al animal y que acabó cayendo también al agua. Precisamente se encontró algo de madera también dentro.
Otra opción menos probable es que se lanzará directamente al agua creyendo que había poca profundidad y que podría salir con facilidad. «Yolanda era muy deportista y estaba muy fuerte y quizás pudo pensar que podía sacar al perro y luego salir ella trepando entre las hendiduras de las paredes de piedra», relataba una amiga suya.
Entre los vecinos surge la pregunta de porque no pidió ayuda antes de decidirse a intentar el rescate por su cuenta. «Es muy extraño lo que ha pasado aunque en ese lugar no suele pasar mucha gente», explicaba uno que añadía que en otra zona con más gente de paso quizá si se hubieran oído sus gritos de socorro.
La realidad es que este no sería el único pozo sin tapar de la zona, según confirman los vecinos. «He visto a varios perros muertos en un pozo de la zona», decía otro vecino. Este en particular estaba situado en una finca abandonada y privada que en su interior tiene un castillo y una casa palacio en ruinas.
Existe el debate sobre si el dueño de la misma tiene responsabilidad por no haberlo tapado o si la fallecida tampoco debería haber entrado en el recinto. Una vecina ha empezado una campaña para que se haga un inventario de los pozos de Alpedrete y se tapen. El ayuntamiento confirmaba que lo revisará y pedía cuidado a los vecinos que salen a pasear.