Este año se ha tornado difícil para el clan Pantoja. Por un lado, la pandemia sanitaria, por el otro la guerra abierta entre Kiko Rivera y su madre, Isabel Pantoja, que está trayendo más de un disgusto a la tonadillera y a su pequeño del alma.
A todo ello, se suma el fallecimiento de la madre de Irene Rosales hace unos meses, más la reciente muerte de su padre también el pasado 26 de noviembre a causa de un cáncer con el que llevaba batallando muchos años. La mujer del dj se ha quedado huérfana en menos de un año y no está pasando por un buen momento.
Sin embargo, la colaboradora de 'Viva la vida' ha cogido el toro por los cuernos y tiene muy claro que debe seguir adelante, a pesar de sentirse completamente destrozada. La fortaleza de Irene Rosales es admirable. La joven saca coraje y continúa con sus quehaceres diarios.
'El programa de Ana Rosa' ha logrado ponerse en contacto con Irene para conocer cómo se encuentra en estos duros momentos. La mujer del Kiko, triste, aseguró que «estoy mejor. Tengo que tener vida, tengo que tener ilusión, no puedo perder mi día a día en estar triste».
Cierto es que, aunque han venido mal dadas, Irene tiene una familia y dos hijas menores por las que luchar y sacar una sonrisa. «Tengo mi pena, no me la va a quitar nadie, pero tengo mi vida y tengo que seguir adelante», insistía.
Un gesto admirable
El espíritu bondadoso de Irene Rosales tiene encandilado al público. Ante la adversidad, Irene ha puesto su mejor cara y ha acudido, llena de ilusión, a la comisaría de policía más cercana para darle una segunda vida a los juguetes que sus hijas ya no usan.
Las Navidades ya están aquí y la crisis económica que acontece en España conllevará a que muchos niños y niñas no encuentren su regalo de Reyes Magos o Papá Noel bajo el árbol este año.
Sin embargo, el gesto de la colaboradora de televisión, devolverá la ilusión y el espíritu navideño a los más desfavorecidos. «Esto es lo que ahora mismo importa, que ningún niño pierda la ilusión el Día de Reyes y de todas las maneras que se pueda ayudar, pues buena es», señalaba Irene Rosales.
Un luchador
Manuel Rosales fallecía a los 67 años, el pasado 26 de noviembre, tras 16 años luchando contra un tumor cerebral. En el último tiempo, la enfermedad había avanzado muy rápido.
Por otro lado, el 6 de febrero de este mismo año, Mayte Vázquez, la madre de Irene también fallecía a los 54 años de edad de manera inesperada. Por aquel entonces, Irene Rosales ya había confesado a los medios de comunicación que su padre estaba «muy malito». La familia ya se temía lo peor.