Trágico desenlace ocurrido en un accidente de tráfico el pasado sábado. Yassine Tabibi, soldador de origen marroquí de 39 años, y Roly Heredia, médico anestesista boliviano de 35, murieron en la noche del sábado tras colisionar sus vehículos a la altura del kilómetro 28 de la carretera A-2.
Una noticia con un fatal desenlace que mantuvo en vilo a todos los vehículos que, en el momento de lo ocurrido, fueron espectadores de los hechos.
Tal y como apuntan las primeras investigaciones, el Nissan Juke de Roly condujo unos cuantos kilómetros por la carretera de Barcelona. en dirección contraria, en torno a dos, señalan. Por su parte, Yassine iba de camino a su casa de Alcalá de Henares en su Volkswagen Passat tras haber estado rezando en una mezquita. Todo parecía transcurrir normal, hasta que su coche impactó violentamente con el del supuesto kamikaze. Estos dos vehículos quedaron destrozados inmediatamente y, por consiguiente, los dos conductores de los mismo, fallecieron en el acto.
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Un fatal accidente con muchas incógnitas
Las dos familias no se explicaban lo ocurrido, están destrozadas. Por su parte, la familia de Roly Heredia no comprende que este mismo entrase en la autovía en sentido contrario de manera consciente, puesto que minutos antes del fatal accidente, Roy llamó a su mujer para decirle que había terminado de trabajar y se marchaba a casa. «Le indicó que estaba de retorno para ir a cenar con la familia", explica uno de sus hermanos desde Bolivia.
Aparentemente era feliz. «No entendemos cómo pasó y por la pandemia no podemos viajar. Estamos destrozados», comenta roto su hermano, cirujano de profesión.
Ese mismo sábado por la tarde, el hermano explica que Roly llevaba a casa tras su trabajo en el hospital como anestesista, no se explica lo ocurrido y tampoco sabe a ciencia cierta si su hermano realizaba ese trayecto en coche cada día al volver a casa o si, por el contrario, hubiera podido ocurrir un despiste o algo parecido.
«Mi hermano era un tipo consciente, razonable», dice. «Era una persona respetuosa de las señales».
Un día antes del inexplicable accidente, Roly llamó a su país para felicitar el Día del Padre y nadie le notó nada extraño. El joven comentó que lo celebraría en España con su mujer y su hija. «No sé qué sucedió, pero no desearía que se empañara su imagen. Fue el mejor alumno del colegio, uno de los mejores bachilleres de Sucre y el mejor alumno de su Universidad», defiende su hermano.
Por otra parte, y con mucho dolor, a la familia de Yassine, le cuesta confiar en el error. «No se puede ir tanto tiempo por la carretera al revés. Eso ha sido como un asesinato, nos gustaría saber por qué ha hecho eso, es todo muy raro, si se equivocó se debería de haber parado y en cambio iba muy rápido y tan solo hay que fijarse en como quedaron los coches», dice Mohamed, hermano del Yassine. «Su jefe le echó hace poco aprovechando que estaba de baja por una psoriasis grave que sufría», relata.
Yassine nació en Tánger hace 39 años y llegó a España en 2008. También estaba casado y era padre dos niños pequeños de uno y tres años.
A falta de unos minutos para llegar a su casa, «Le quedaban mil metros para salir de la A-2 y tomar la desviación hacia Alcalá», explica su hermano asistió el domingo al lugar donde sucedió el accidente. «Estuve el sábado con él para darle un electrodoméstico y un taladro para su casa nueva. Me dijo que se iba a la mezquita de Parla para rezar a las 20.00 horas y que luego por la noche se iría a casa».