Wali, el nombre con el que se conoce a uno de los mejores francotiradores del mundo, ha vuelto a dar señales de vida. Se encuentra en perfecto estado combatiendo junto a las fuerzas de Ucrania. Todo ello después de que desde Rusia se le diera por muerto en una ocasión.
Hace todo lo posible por pasar desapercibido. No quiere que se facilite su verdadero nombre ni tampoco su ubicación, aseguraba en una entrevista a El País. No cree que sea uno de los grandes objetivos del ejército de Putin, pero acabar con su vida sí que tendría una cierta repercusión mediática.
A mediados de marzo, medios próximos al Kremlin informaron de la muerte de Wali. Aseguraron que había fallecido en uno de los ataques a Mariúpol, una de las ciudades más castigadas por los bombardeos. Aquello fue interpretado como un simple bulo por parte de Ucrania, que sabía que el francotirador no se encontraba en esa zona.
Admite que no le hizo demasiada gracia la difusión de aquel rumor. "Me sorprendió una fake news tan simple. Mejor hubieran dicho que asesiné a prisioneros de guerra", explica.
De hecho, confirma que nunca ha estado en dicha ciudad de Ucrania. Sin ánimo de relajarse, no cree que el ejército ruso vaya de manera decidida a por él.
Considera que es "una posibilidad, aunque me parece que tienen objetivos más prioritarios". En su opinión, "no van a poner tanta energía en mí". No ha combatido en Mariúpol, pero sí que ha estado "en primera línea en Irpin y Bucha", confirmó a El Mundo en otra entrevista.
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Relató que durante su estancia en estos territorios, los que "lograban cruzar a nuestro lado nos contaban que Rusia estaba cometiendo crímenes de guerra".
Wali ha confirmado que de momento no ha tenido la oportunidad de apretar el gatillo, aunque hubo alguna situación en la que pudo hacerlo. "Lamento si no es lo que quieren oír, pero no he disparado aunque he podido", señalaba al medio.
Asegura que "no quería matar inocentes. Fue mi decisión, tal vez ha sido equivocada, pero es así". El militar canadiense, conocido por su puntería con las armas, no dudó en unirse a las fuerzas de Ucrania cuando comenzó la invasión.
En este tiempo ha tratado de aportar su granito de arena en el conflicto. "Cuando he visto que eran rusos, avisaba a los militares de Ucrania y ellos bombardeaban allí", declara.
Está un tanto asombrado por los brutales ataques de Rusia, que "están actuando como bestias". Pese a los enormes daños causados, tanto humanos como en infraestructuras, confía en que "vamos a ganar la guerra". Eso sí, no pronostica cuando llegará el ansiado final.
Wali, todo un experto en conflictos bélicos
Wali está considerado un francotirador de primer nivel. Estuvo en las Fuerzas Armadas de su país durante 12 años y participó en dos misiones en Afganistán. Allí formó a tropas locales y desempeñó labores de patrullaje.
Pero el reconocimiento le llegó en 2015 después de causar baja en el ejército. Optó por acudir al norte de Irak para combatir contra el Estado islámico con los Peshmerga.
En los últimos años, se han publicado muchas informaciones sobre sus hazañas. Pero se ha visto obligado a desmentir algunas de ellas. Se le atribuyó el récord de la muerte desde una mayor distancia, 3540 metros, pero en realidad no era cierto.
Wali asegura que "soy bueno con el rifle, pero nada más. La leyenda y el símbolo son distintos a la persona". El responsable de dicho disparo había sido otro francotirador de Canadá de la JTF-2.