El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI visitan hoy la planta de la Seat en Martorell (Barcelona). Se trata de un gesto de compromiso con una empresa fundamental para el futuro industrial en Cataluña. Su acto supone un paso esperanzador para uno de los sectores más afectados por la crisis, el del automóvil.
El Gobierno anunció ayer la firma de un acuerdo con Seat e Iberdrola para construir una fábrica de baterías en las instalaciones de la compañía automovilísticas. Esto puede suponer un punto de inflexión en un sector que atraviesa una fuerte crisis.
La importancia de Seat en Cataluña es incuestionable. La emblemática filial de Volkswagen es la columna vertebral de la industria del país, ya que representa el 4% del producto interior bruto y el 12% de las exportaciones y mantiene decenas de miles de puestos de trabajo estables y de calidad. Además, es el primer inversor de España, con 1.200 millones de euros al año.
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Además, Cataluña y Seat han crecido juntos, y el progreso del país y de la empresa han ido de la mano. El anuncio de ayer del Gobierno, y la vista hoy del presidente y del rey, suponen un paso esperanzador para el futuro de la industria automovilística y el país, y se enmarcan en el proyecto de modernización para salir de la crisis económica.
En el trasfondo de esta visita está el panorama de inestabilidad económica, manifestada en los últimos días por el estallido violento en las calles. Aunque se preparaba en redes sociales un complot contra la visita de Sánchez y el rey Felipe, finalmente no ha habido altercados remarcables. Eso sí, el Gobierno catalán, encabezado por Pere Aragonès (ERC), les ha dado plantón.
Un espaldarazo que no cambia en lo más mínimo el compromiso del Gobierno español con Cataluña y su futuro industrial. El acuerdo entre Gobierno, Seat e Iberdrola incluye una estrategia de alianza con otras grandes empresas como Telefónica y CaixaBank, y grandes proveedores como Gestampo o Antolín. El Gobierno tendrá que incentivar el ecosistema del vehículo eléctrico, incentivar la demanda e impulsar la infraestructura de recarga.
Nueva etapa del sector automovilístico
El momento tiene aún más valor después del cierre de la planta de Nissan en Barcelona en noviembre. Aquel hecho traumático desató el pánico ante una posible reacción en cadena en un sector en el que España había sido referencia mundial y que hace tiempo sufre síntomas de agotamiento. Lo que señaló el cierre de Nissan fue la desaparición de España como lugar atractivo para las inversiones extranjeras.
De ahí la importancia de lo que está sucediendo hoy en Martorell. Consolidar el papel de Seat en Cataluña y convertirlo en puntero de la innovación en el sector a nivel mundial asegura el tejido industrial en España, y vuelve a situar a nuestro país en el mundo. La clave de este proceso es el Future Fast Forward (F3), que hoy ha presentado el rey Felipe VI.
Como ha explicado el propio monarca, «F3 cuenta con acciones de I+D, inversiones para hacer procesos de producción sostenibles y digitales de cara a la electrificación de sus modelos, y demuestran el compromiso de Volkswagen y Seat con España».
Se trata, nada más y nada menos, de que «se fabrique el coche del futuro en Martorell y en España» tal y como certifica el compromiso de Seat de invertir 5.000 millones hasta 2025. En este sentido, el director ejecutivo de Volkswagen ha asegurado que «España tiene un gran potencial para llegar a ser parte de la nueva movilidad eléctrica a nivel europeo», y ha prometido la fabricación de coches eléctricos y células de batería en Martorell.
Martorell, pieza clave para el futuro de Volkswagen
El traslado de las principales industrias del automóvil a otros países es síntoma de la falta de competitividad del mercado español en el mundo. Pero también anuncian una nueva etapa en el sector del automóvil, con repliegues, fusiones y giros de inversión que hacen más necesario que nunca replantear el modelo industrial en España y aprovechar la oportunidad.
Esto pasa por incentivar el cambio tecnológico de los fabricantes e invertir en investigación ecológica. La creación de la fábrica de baterías en Martorell supone un hito sin precedentes en la transformación de la segunda industria automovilística en Europa, porque la creación de una industria de coches eléctricos es una de las principales metas de la economía verde.
Esto ha sido posible gracias a las negociaciones que han mantenido Gobierno y Volkswagen al más alto nivel. La intención era asegurar el papel relevante de España en un sector estratégico de cara al futuro. En los planes de Volkswagen, Martorell va a jugar un papel fundamental que será asistido por la fábrica de Landaben, en Navarra, y la industria auxiliar española. Sin duda, noticias esperanzadores para afrontar el difícil proceso de recuperación que España tiene por delante.