El pasado 9 de diciembre María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, fue asesinada después de ser tiroteada en su Porsche Cayenne. Pues bien, ahora El Mundo hace un ejercicio de reconstrucción de los hechos de esta tragedia- Aquel día tocaba mantenimiento del Porsche, así que María del Carmen pasó el día entre la mansión en la que vivía con su hermana y el negocio familiar. Su plan pasaba por llevar el vehículo a una revisión y después se iría a casa, pero nunca volvió.
Así había quedado con su yerno, que regentaba el concesionario y que fue la última persona que la vio viva antes de que dos balas a quemarropa acabaran con su vida cuando se disponía a arrancar el coche. Lo curioso del caso es que ninguna cámara recogió el crimen puesto que la zona en la que estaba no cuenta con un circuito de videovigilancia a pesar de que hay carteles que así lo indican. Lo siguiente fue la llamada desesperada que uno de los trabajadores hizo con voz entrecortada a la Policía después de encontrar el cadáver de la viuda de Vicente Sala.
Desde entonces, el Grupo de Homicidios de la Comisaría de Alicante trabaja sin descanso. Tras un primer análisis la familia quedó bajo sospecha, ya que las tensas relaciones familiares quedaron al descubierto. En la familia Sala-Martínez había dos bloques bien diferenciados. Por un lado, María del Carmen y Vicente Sala júnior, único hijo varón y su predilecto, al que quería traspasar la acción de oro que su marido le dejó tras su muerte en 2011. Por otro, las tres hijas, María del Mar, Tania y Fani, enemistadas con su hermano y fuertemente distanciadas de su madre. Los investigadores no tardaron en descubrirlo y en conocer el origen de tan descomunal desencuentro: el empeño de María del Carmen en que fuera su hijo el que dirigiera un holding cuya facturación anual es de 400 millones.
La investigación prosiguió y a ella se han ido incorporando nuevos elementos. Poco después del 9 de diciembre, los agentes supieron que el yerno de María del Carmen que regentaba el concesionario de coches donde encontró la muerte tiene licencia de armas y practica tiro olímpico. Las investigaciones también revelaron que uno de los nietos de la viuda de Sala había colgado en sus redes sociales una camiseta con el inquietante mensaje «jaque mate», que lo había hecho sólo tres horas después del crimen de su abuela.
Pero la investigación tenía pendiente otra revelación: la munición empleada en el crimen estaba manipulada. Es decir, que las balas que mataron a María del Carmen el pasado 9 de diciembre se modificaron para poder amoldarse al arma desde la que se dispararon, según la investigación. La Policía Científica halló dos proyectiles de nueve milímetros dentro de un cartucho del calibre 38, lo que contribuye a aumentar las dudas sobre la autoría de la tragedia.