Una jeringuilla con una hipotética vacuna contra el Covid-19

El prostíbulo ilegal que tiene en guerra los vecinos de un barrio de España

Los vecinos denuncian que uno de los entresuelos del edificio funciona como un prostíbulo

Una comunidad de vecinos de Barcelona ha denunciado la supuesta actividad ilegal que se lleva años desarrollando en uno de los entresuelos. Los vecinos aseguran que uno de sus vecinos tiene un prostíbulo en su casa  y pese a denunciarlo y que el juez les diese la razón, estos aún están a la espera de que la Administración precinte el piso.

Con la llegada del COVID-19 la situación ha empeorado, ya que se han paralizado todos los trámites burocráticos. Pese a estar en Estado de Alarma, los vecinos aseguran que su vecina de abajo continúa atrayendo hombres a su vivienda.

Los denunciantes ya no están dispuestos a aguantar más, ya que en nueve años, la susodicha no «ha hecho más que dar dolores de cabeza. Y que estuviera abierto hasta hace escasos días es una tomadura de pelo,  porque además de que la Urbana nos confirmó que es un prostíbulo y debería estar cerrado, nos estaba poniendo en peligro».

Lo cierto es que esta no es la primera actividad ilegal a la que tienen que hacer frente los vecinos de dico inmueble.  Anteriormente ya había funcionado como burdel y como piso turístico ilegal.

El vecino encargad de tramitar la denuncia ha sido Xavier Huguet, el presidente de la comunidad. Según afirma, en 2009 el bloque ya «Aparecía en los periódicos como un prostíbulo de maduritas.  Nos hartamos de denunciar y un día nos trajimos a una cadena de televisión y la cosa se terminó». Por aquel entonces existía incluso una web: maduritasgranvia.com, hoy inoperativa.

«Creemos que los dueños del piso, una empresa, están detrás de todo. Siempre se han desentendido de nuestros problemas y nos derivan a sus abogados, que nos suelen decir que los vecinos tenemos muchas manías», asegura el presidente de la comunidad, quién también ha asegurado que los dueños llegaron a decirles que en dicho piso iba a instalarse un matrimonio con su hijo. «Eso es lo que nos dijo el administrador, pero nada de nada. Solo veíamos a una mujer y un montón de chicas jóvenes que no paraban de entrar y salir. También muchos hombres que parecían despistados y que terminaban entrando en el piso».

Mientras los vecinos denuncian la situación, las chicas aseguran que en dicho piso no se ofrece sexo, sino que se busca que el hombre «conecte con su parte más íntima».