La erupción del volcán Cumbre Vieja, en La Palma, ha dejado a su paso un panorama desolador y un sinfín de corazones rotos.
Miles de familias, ya rondan las 6 000, se han quedado sin hogar. Sus casas, sus recuerdos, en definitiva, sus vidas han quedado sepultadas bajo metros de magma.
La lava que avanza por minutos con el propósito de llegar hasta el mar ha arrasado más de 200 casas. Los habitantes de los hogares destruidos han tenido que ser desalojados.
Los palmeros se han cobijado en residencias de amigos y familiares. Pero no todos han tenido esta opción. Hay familias que no tienen donde hospedarse en estos días tan complicados.
Jessica, una hogareña de la isla, ha contado su historia. La misma que viven otros tantos palmeros y que, por supuesto, encogen el corazón de cualquiera. "Se ha llevado toda mi vida, todos mis recuerdos. El fuego se tragó mi casa", contó Jessica rota de dolor.
A esta situación, se le suma que ella y sus hijas ya no tienen donde alojarse. "Cuando vengan mis hijas no tengo dónde meterlas", apostilló la mujer.
Jessica es una vecina de uno de los pueblos que han quedado enterrados bajo la lava. Su residencia familiar se encontraba en el pueblo de Los Llanos, en La Palma. Esta localidad ha sido una de las más afectadas por la erupción de Cumbre Vieja.
La mujer no daba crédito a lo que estaba aconteciendo. Sin dudarlo, se equipó con unos prismáticos y se subió a lo alto de una montaña.
Aún guardaba una mínima esperanza de que su casa se hubiera salvado de la ira del volcán. Pero no fue así. "La casita… Se la llevo", dijo compungida.
Las instituciones han habilitado espacios públicos en la isla para acoger a los habitantes de los pueblos destruidos por la lengua de lava. Allí, un equipo de la Cruz Roja les brinda apoyo psicológico para afrontar la pérdida de sus hogares y de sus pertenencias.
Los palmeros que más suerte han corrido, han podido llevarse consigo algunos enseres. Sin embargo, también hay quienes tuvieron que salir corriendo de sus casas con lo puesto.
"Tengo todas mis pertenencias en mi casa y no puedo recogerlas. Me dan ganas de llorar", manifestó otra vecina del pueblo de Jessica.
Emerge una nueva boca eruptiva
En los últimos días, otra chimenea de lava ha brotado de la tierra. En este caso, la boca eruptiva del volcán activo se halla muy cerca del pueblo de Tacande. Los vecinos de este municipio también han tenido que ser evacuados.
La Agencia Estatal Europea ha puesto en marcha su sistema de satélites Copérnico con el objetivo de conocer cómo va a evolucionar la erupción volcánica en la isla.
La Comisión Europea se ha comprometido a elaborar un plan de apoyo a las autoridades españolas para dar respuesta a las necesidades de esta zona catastrófica.
"Estamos con todas las personas en las Islas Canarias ante la erupción del volcán en La Palma (...). Estamos en contacto con las autoridades españolas para proveer apoyo adicional de ser necesario", escribió la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
Los bancos también han organizado un proyecto de rescate para los habitantes de La Palma que se han quedado sin techo. En concreto, pondrán a disposición de las víctimas las viviendas que en estos momentos están deshabitadas.
Según han señalado, esta iniciativa será gratuita para los afectados y mientras sea necesario. Se trata de una ayuda puntual con la idea de contribuir al realojo de las personas que no tienen a dónde ir.
Muchos vecinos de la isla también han abierto las puertas de sus casas a los desalojados en estos días tan difíciles para todos los palmeros. Lo peor es que todavía se desconoce cuántas noches seguirán en esta situación.