La frase que más se escucha estos últimos días sobre la Navidad este año es, sin duda, que van a ser 'unas navidades distintas'. El coronavirus ha provocado que los dos elementos clave de esas señaladas fiestas se vean limitados para todos, las grandes reuniones y los desplazamientos por el país. Se trata del principal motivo por el que estas fiestas no van a ser como cada año.
Las comunidades ya empiezan a pensar en cuáles serán las medidas que adopten de cara a la Navidad, también para el puente de diciembre, y poco a poco van concienciando a su población de lo que podría ocurrir en la mencionada fecha, que no pueda haber reuniones familiares, al menos no como se hacían usualmente.
El Lehendakari, Iñigo Urkullu ya ha mandado un mensaje a los vascos: Esta Navidad hay que «contener» los encuentros sociales y familiares, que tendrán que limitarse a los «grupos burbuja» de solo seis personas. Además, ha instado no solo a reducir los grupos a este número, sino a «identificar bien» estas personas con las que se va a hacer la reunión.
Urkullu ya ha reconocido que las Navidades de este año «no pueden ser como siempre han sido», asegurando que serán, de hecho, «absolutamente distintas».
De momento, ayer ya se anunció que en el País Vasco se prorrogan las restricciones que hay establecidas hasta el 10 de diciembre, cubriendo así también el puente de la Inmaculada. Una buena noticia es que, por el momento, ya se ha anunciado que se descarta el confinamiento domiciliario, aunque, en estos momentos se trata de una medida que siempre se mantiene encima de la mesa y habría que usarla «si la situación se agrava».
En este sentido, lo que ha destacado Urkullu es que las medidas que se impongan, en parte dependerán de la población. Cuanto más disciplinada sea la gente con las medidas preventivas más restricciones podrán evitarse, debido a que la propagación del virus no será tan grande.
Por el momento no se ha confirmado cuáles serán las medidas que habrá en el País Vasco durante la Navidad. Otras comunidades como Cataluña o Murcia ya han ideado algo similar a un plan de desescalada que podría marcar lo que sucederá también, a grandes rasgos en el resto de España, pero poco más se sabe.
Bajar de una incidencia de 700 casos a 300
Sin duda la vista está puesta en la Navidad, pues es una época en la que se pueden producir muchos contagios si no se toman las medidas adecuadas. El presidente del País Vasco ya ha hablado también del problema que puede suponer, además, que la gripe y el coronavirus convivan durante este invierno, porque el sistema de salud se resiente cada vez más.
Precisamente por este motivo, no solo ha pedido a los vascos el sacrificio de limitar las reuniones muy estrictamente esta Navidad, sino que también marca un reto. Urkullu quiere conseguir pasar de los 700 casos por cada 100.000 habitantes que hay actualmente a una cifra de solo 300.
«Estamos planteando cómo bajar esta tasa de descender de esa tasa de incidencia de 780 a menos de 500, que es el límite que nos pone en una situación de luz roja, de alerta», ha afirmado.
Además, ha asegurado que esto sería una mejora pero no una buena cifra, pues para «una situación buena» habría que bajar hasta los 60 casos. Pese a ello, el presidente dice que no quiere fijar plazos para conseguir as cifras que se marca y que habrá que ir viendo la evolución de la pandemia en el País Vasco.