
Los diferentes jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron este viernes, 11 de diciembre, fijar en la reducción de un 55% las emisiones de efecto invernadero para el año 2030 respecto a los niveles de 1990, tras una maratoniana madrugada de negociaciones. «Europa es líder en la lucha contra el cambio climático. Hemos decidido reducir nuestras emisiones de efecto invernadero al menos un 55% para 2030», escribió en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Los países deben negociar ahora este porcentaje con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo antes de fijar el objetivo final. Pese a que una mayoría de países era partidario de incrementar la ambición climática, la negociación se prolongó durante toda la madrugada del viernes por las reticencias de estados como Polonia, cuya economía es mucho más dependiente del carbón.
Ayudas para reducir las emisiones
Junto a ella, otros como Hungría y República Checa han estado tradicionalmente entre los Estados miembros que demandan referencias a que no todos los países salen del mismo punto de partida y unos necesitan más apoyo, económico o de otro tipo, que otros para llevar a cabo esta transición. La esperada decisión de los líderes, aún por detallar a nivel técnico, estaba ligada a que se desbloqueara el presupuesto y el fondo de recuperación, que incluyen herramientas y partidas que tendrán que utilizarse para alcanzar ese objetivo, como los 17.500 millones de euros previstos para el Fondo de Transición Justa.
El 55% acordado llega después de que la Comisión Europea haya pedido que el esfuerzo llegue a al menos el 55% y el Parlamento Europeo haya elevado esa ambición hasta el 60% respecto a los niveles de 1990, frente a la meta del 40% fijado actualmente.
Las organizaciones ecologistas piden una reducción de un 65% en 2030
Las tres instituciones comunitarias tendrán que negociar el documento final, cuyo resultado definitivo llegará después de que el Reino Unido haya anunciado su intención de recortar sus emisiones un 68% en 2030 y de que también hayan renovado o ampliado sus compromisos climáticos otros países como China, Corea del Sur, Japón o Sudáfrica.
La decisión de los líderes llega en vísperas de que el sábado se celebre un encuentro virtual para celebrar el quinto aniversario del Acuerdo de París para evitar que las temperaturas a final de siglo suban menos de 2°C e intentar limitar el calentamiento a 1,5°C en relación con los niveles preindustriales.
Polonia, el país que más emite de Europa
Citando datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 33 de las 50 ciudadesmáscontaminadas del continente se ubicaban en Polonia. Así, no se dudó en calificar al país como la 'capital del smog de Europa'. En el caso de la pequeña ciudad polaca de Skala, ubicada a poco más de 20 kilómetros al norte de Cracovia, en 2013 fue calificada por la Agencia Ambiental Europea como la ciudad más contaminada de la UE.
Pero Maciej Rys, miembro de Smogathon, organización que monitorea y combate con tecnología la contaminación del aire, explica así el fenómeno. «Los ciudadanos usan calderas a carbón de vieja generación para calentar sus casas. Además, usan carbón de baja calidad o incluso cosas como basura y botellas de plástico», dice.
Y esa tendencia se repite a nivel nacional. Una de las principales causas de la mala calidad del aire en el país responde a la política energética de Polonia, que tiene una fuerte dependencia del carbón, sector que emplea a más de 100.000 personas. Y el actual gobierno conservador, que llegó al poder en parte gracias a las promesas que hizo a los mineros, parece decidido a proteger esta industria, pese a las potenciales y millonarias multas que enfrenta el país de parte de la Comisión Europea. Así lo dejó en claro el Presidente Andrzej