Mila Marchetti, una mujer de 38 años, salió el sábado por la tarde del centro de salud de O Carballiño (Ourense). La encontraron muerta de madrugada en una planta de residuos de la misma localidad. La Guardia Civil está intentando reconstruir las últimas horas con vida de esta mujer asesinada.
El cadáver de la chica apareció entre los escombros con signos externos de violencia, y se trata el caso como un homicidio. El cuerpo fue identificado como Mila Marchetti, una mujer de origen brasileño. Era madre de una adolescente y se acababa de casar con el hijo del dueño de un prostíbulo.
La víctima trabajaba en el local de alterne como camarera y responsable de las taquillas. La policía judicial está llevando el caso con mucha discreción, y ha empezado a interrogar a las últimas personas que la vieron con vida. Creen que esa información será clave para aclarar la muerte violenta de esta mujer.
La auxiliaron horas antes
Eran las 16:30 horas del pasado sábado cuando agentes de Tráfico vieron a una mujer caminando por el arcén de la carretera. Al acercarse para comprobar su estado observaron que estab desorientada. Iba con el pijama puesto, un chubasquero encima y no llevaba objetos personales ni documentación.
Los agentes decidieron trasladarla al centro de salud de O Carballiño, donde fue atendida por médicos y personal sanitario. Estuvo bajo observación durante un par de horas, y fue dada de alta al comprobar que había mejorado. La mujer no presentaba lesiones y estaba más centrada que cuando la encontraron.
Desde que sale del centro sanitario hasta que aparece muerta hay un lapso de tiempo en el que no saben qué pasó. Los agentes han interrogado al entorno familiar de la víctima, y a las últimas personas que la vieron. Entre ellos al personal sanitario y a los agentes que la socorrieron en la autovía.
Pendientes de la autopsia
En base a estas declaraciones están intentando reunir las piezas del rompecabezas. El subdelegado del Gobierno, Emilio González Alfonso, ha asegurado que “la Guardia Civil trabaja para esclarecer lo ocurrido lo antes posible”. En estos momentos no descartan ninguna hipótesis.
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El caso ha conmocionado a los vecinos, pero las autoridades piden tranquilidad para dejar trabajar a los agentes. De momento no se ha producido ninguna detención y están a la espera de los resultados preliminares de la autopsia. Sobre estos datos seguirán avanzando en la investigación que sigue abierta.
La víctima llevaba más de diez años viviendo en O Carballiño y no descartan que sufriera un trastorno mental. Por eso está sobre la mesa la hipótesis de una muerte accidental o de un suicidio. Sin embargo tampoco descartan que haya sido víctima de un homicidio, o incluso de un caso de malos tratos.
Sufría una depresión
La primera impresión de los agentes que la auxiliaron fue que Mila estaba huyendo de algo o de alguien. Tuvieron la impresión de que era sometida a malos tratos, y que podría estar escapando de su agresor. Pero los testigos recabados con posterioridad han abierto otro frente que están investigando.
Personas del entorno han asegurado que Mila había dejado de trabajar en el club de alterne Ninfas, en Listanco (Maside). Dicen que lo dejó porque sufría una depresión. También han confirmado que se había casado hace una semana con el hijo del dueño del local, y que tenía una hija de una relación anterior.
Su cuerpo sin vida fue localizado en una planta de tratamiento de basuras en Seoane, a pocos kilómetros de O Carballiño. El chofer del camión de la basura observó la presencia del cuerpo mientras vaciaba el contenido. La clave será saber si las heridas que presentaba son anteriores o posteriores a la muerte.