Han pasado ocho días desde las elecciones en la Comunidad de Madrid y la dimisión, aquella misma noche, del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. El secretario general de la formación morada optó por presentar su renuncia a ocupar el escaño que obtuvo en la Asamblea de Madrid y anunció, en una comparecencia de prensa al filo de la medianoche, que abandonaba de manera definitiva la primera línea de la política. No por esperada —el adiós de Iglesias al Gobierno ya auguraba que esto pasaría a corto-medio plazo—, la decisión fue menos sorprendente: el líder de una formación de gran relevancia en la última década en España decidía dar un paso atrás.
Desde aquella noche, Pablo Iglesias se encuentra desaparecido de la vida pública. Además de no haber vuelto a tomar protagonismo en los medios de comunicación, tampoco lo ha hecho en las redes sociales. En Twitter, a corte de ejemplo, su última actividad es un 'retweet' donde se le puede ver justo al salir de votar el pasado martes, 4 de mayo. Ni rastro de una reacción después de conocer el resultado, ni de su dimisión, ni de ninguna otra cuestión tras ocho días. El Twitter de Iglesias refleja cómo su vida pública acabó ese martes por la tarde.
A partir de entonces, la maquinaria de la sucesión en Podemos se activó, camino a una asamblea en Vistalegre que va a celebrarse a mediados del próximo mes de junio. El relevo a Pablo Iglesias quiere dejarse atado antes del verano, por si prosperaran los rumores de adelanto electoral para este otoño que, en ocasiones, sobrevuelan el Palacio de la Moncloa y los medios que siguen más de cerca la política en nuestro país. Según las informaciones que han ido surgiendo en los últimos días, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, lideraría el partido; mientras que la cabeza de cartel electoral sería la actual vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
Rodrigo Amírola, el fichaje de Yolanda Díaz que no ha gustado nada a Irene Montero
A raíz de estos movimientos, Díaz ha empezado a reforzar sus equipos de trabajo. La vicepresidenta es consciente de que debe pensar en el futuro aunque no haya confirmado de forma pública que liderará una futura candidatura de Unidas Podemos, pero tiene claro que, cuando llegue el momento, quiere implantar su modelo, que pasa por abrir más a Unidas Podemos, ganar en transversalidad y vencer el empuje de Más País después de su buen resultado en las elecciones en la Comunidad de Madrid.
Es por eso que Yolanda Díaz ha fichado en los últimos días a Rodrigo Amírola como encargado de discurso y estrategia. Amírola es uno de los colaboradores más fieles de Íñigo Errejón en su etapa en Podemos, es decir, un 'errejonista' más que fue apartado cuando este se marchó de Podemos para fundar Más País. Desde entonces, trabajaba en el Parlamento catalán como asesor de En Comú Podem y ahora Díaz ha decidido incorporarlo a su equipo más cercano, algo que va a convertirlo en pieza clave cuando la vicepresidenta ostente formalmente la condición de líder electoral de Unidas Podemos.
Se trata de un fichaje que no ha gustado nada al sector más cercano a Pablo Iglesias, enfrentado directamente desde hace ya años con el 'errejonismo'. Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja sentimental de Iglesias; y Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, del sector 'pablista' de la formación, se han tomado el fichaje de Amírola como un desaire por parte de Yolanda Díaz, según informa el diario 'El Mundo'.
Sin duda, se trata de un primer golpe de autoridad de la vicepresidenta tercera, que quiere dar un golpe de timón a Podemos y acercar el partido a postulados más moderados, como los que en 2014 y 2015 permitieron a la formación arrebatar centenares de miles de votos al PSOE, precisamente con Rodrigo Amírola tras esta la estrategia. Así pues, el primer giro de Díaz representa un primer golpe a las posiciones del 'pablismo' en Podemos, una postura que encarna Irene Montero como figura más destacada, y que podría protagonizar más tensiones en las próximas semanas.