Tres días. Este es el tiempo que falta para que la Comunidad de Madrid dé el pistoletazo de salida a la campaña electoral para las elecciones regionales del próximo 4 de mayo. A la medianoche del próximo domingo, 18 de abril, va a dar arranque de forma oficial este periodo donde los actos electorales y los mítines de todos los colores políticos van a tomar protagonismo en los medios de comunicación y en las calles de la Comunidad de Madrid.
En paralelo, es casi diaria la publicación de nuevas encuestas que dibujan, de forma muy clara, cuál puede ser el resultado que se extraiga de las urnas el 4 de mayo. La fotografía general se repite desde que, hace un mes, se supo que Madrid iría a elecciones anticipadas: pronostican una clara victoria para el PP de Isabel Díaz Ayuso, que está en disposición de doblar escaños y pasar de 30 a 60 diputados en la Asamblea de Madrid.
Unidas Podemos, jugándose la supervivencia
El resto de la cámara vallecana quedaría con Vox en torno a los 10-12 diputados —los que necesita Ayuso para lograr la mayoría que le permita repetir al frente de la presidencia de la Comunidad de Madrid—; y con un bloque de la izquierda muy similar al actual. Ángel Gabilondo repetiría resultados al frente del PSOE con unos 35-37 escaños, aproximadamente; Más Madrid retrocedería ligeramente desde los 20 que tiene a día de hoy; y Unidas Podemos pasaría de los actuales 7 a alrededor de una decena. Ciudadanos parece encontrarse alrededor del umbral del 5% necesario para entrar en la Asamblea: que obtenga representación parlamentaria va a depender sencillamente de si lo superan o no y las encuestas están divididas en este sentido.
Pero prestemos hoy atención al caso de Unidas Podemos. En 2019, Íñigo Errejón anunció su candidatura para trasladar Ahora Madrid, que en 2015 había conseguido la alcaldía de la capital con Manuela Carmena, a la Comunidad. La nueva marca —que se presentó en las últimas elecciones— que creó este espacio político fue Más Madrid. En los comicios regionales, Unidas Podemos decidió finalmente no confluir con Errejón y presentó su propia candidatura, que logró entrar en la Asamblea, pero lo hizo por los pelos: un 5,6% de los votos y 7 escaños.
Semanas antes de que Isabel Díaz Ayuso convocara elecciones, los rumores de un posible anticipo electoral ya corrían en la Comunidad de Madrid y las encuestas no sonreían en absoluto a Unidas Podemos: muchas dejaban a la formación morada por debajo del umbral del 5% de los votos necesarios para entrar en la Asamblea de Madrid. Unidas Podemos estaba a punto de sufrir un mazazo electoral muy severo cuando Díaz Ayuso anunció la convocatoria de elecciones: el avance electoral pillaba a los morados en una situación muy delicada.
Un efecto Iglesias muy poco percibible
Podemos necesitaba un revulsivo y lo obtuvo el 15 de marzo: Pablo Iglesias anunciaba su dimisión como vicepresidente segundo del Gobierno y, a la vez, confirmaba su intención de ser el candidato de su partido a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Una noticia ‘bomba’ que buscaba, entre muchos otros fines, evitar la desaparición de Unidas Podemos en Madrid y, además, constituir tal tsunami que los morados superaran a Más Madrid y pudieran mirar de tú a tú al PSOE en el combate por liderar el bloque progresista de la Asamblea.
Pero un mes después, el ‘efecto Iglesias’ parece tener una repercusión muy escasa en las encuestas electorales. En todo caso, unas consecuencias muy por debajo de las esperadas por Iglesias: lejos de la expectativa que él mismo calibró al abandonar el Gobierno para aterrizar en la Comunidad de Madrid. Aunque en los primeros días algún sondeo le situó hasta en un 11% de intención de voto, subiendo como la espuma en los primeros compases de su anuncio, pronto se vio que estos datos eran agua de borrajas.
Hace casi un mes que ningún sondeo pronostica que Pablo Iglesias sea capaz de superar el 10% de los votos: su rango se sitúa entre el 7 y el 9% de los sufragios. Este jueves, 15 de abril, ‘Sociométrica’ ha elaborado un sondeo para ‘El Español’ que deja a Iglesias en el 7% de los votos con tan solo nueve diputados, una cifra que le condena a la absoluta irrelevancia política en la Comunidad y que queda lejos de las cifras del PSOE (32) y Más Madrid (18).
Iglesias parece estar al borde del fracaso tras su irrupción en las elecciones regionales en Madrid y, si bien ha salvado a Unidas Podemos de jugarse la representación y batallar contra el umbral del 5% del voto, su presencia no consigue elevar a la formación morada a cotas que le sitúen en posiciones de jugar un papel clave en la próxima legislatura. El líder de Unidas Podemos parece incapaz, hoy por hoy, de provocar su esperada catarsis en el tablero político y, si nada sorpresivo acontece, el 4 de mayo le condenará a la residualidad aritmética en la Asamblea de Madrid.