Se llama Carmen Mireya Alarcón Rivera, pero es más conocida como «La Señora». Esta ecuatoriana de 47 años era una de las fugitivas más buscadas en Estados Unidos, hasta que descubrieron que podría estar en España. La policía la buscó durante todo el fin de semana, y finalmente fue detenida en el barrio barcelonés de Vilapicina.
A La Señora la buscaban por formar parte de una organización criminal internacional que intentaba introducir 3.400 kilos de cocaína a Estados Unidos, desde Colombia, a través de México. Sin embargo, al ser detenida mostró sorpresa y dijo a la policía que se estaban equivocando: «Yo ni tan siquiera vivo en España».
El viernes pasado, Carmen viajó hasta el aeropuerto de El Prat de Barcelona para reunirse con su esposo, acusado también de narcotráfico. Su marido había sido retenido por agentes de la Guardia Civil después de que en un puesto de control del aeropuerto saltara la alarma de una orden internacional de detención. La policía informó de la detención a la autoridad judicial en Estados Unidos, y su respuesta fue: «¿Y La Señora?, ¿tienen a la jefa?».
A Carmen le llaman La Señora por el mando que tiene en la citada organización criminal. La policía cree que es una especialista en la rama logística de y que utilizaba vías marítimas para el transporte de la droga desde Colombia. Al parecer, La Señora había trazado una ruta segura entre Ecuador y México, desde donde entraban la droga a Estados Unidos.
Su tarea consistía en diseñar las rutas y preparar los puntos de reabastecimiento, tanto de combustible como de suministros. Para el traslado de la droga utilizaban pequeños pesqueros, algunos de los cuales eran propiedad de Carmen y su marido. Ella sabía que pesaba una orden de captura contra su marido, pero desconocía que ella estaba bajo el punto de mira y cuando la detuvieron se llevó una gran sorpresa.
España fue su refugio durante años
La brigada de fugitivos de la Policía Nacional puso en marcha un dispositivo para localizar a la mujer el fin de semana. Finalmente la encontraron en las inmediaciones del piso donde hace años viven sus dos hijos mayores de edad. En los informes de la policía consta también que anteriormente había tenido dos residencias a su nombre en Hospitalet.
A partir de ahí tiraron del hilo y descubrieron que Carmen podría haber utilizado España como refugio durante años. Llegó por primera vez a España en 2001, y trabajó por cuenta ajena durante el tiempo que tardó en lograr la nacionalidad española. Desde entonces, y siempre según la hipótesis de la policía, empezó a utilizar España como país refugio mientras desempeñaba sus negocios turbios en Ecuador.
En su país de origen consta como vinculada a una empresa de venta de productos de pesca, creada en 2012. Pero según la autoridad judicial californiana, en realidad La Señora se dedicaba a asegurar el abastecimientos de los pequeños barcos con los que trasladaba la droga desde Colombia hasta Estados Unidos. Las autoridades ordenaron entonces una orden internacional de busca y captura contra La Señora y su marido, por pertenencia a organización criminal y narcotráfico.
Ambos se habían convertido en los delincuentes más buscados de los Estados Unidos, pero su huida delictiva acabó el pasado fin de semana en España. A pesar de la gravedad de los delitos que pesan sobre ellos, sorprende la falta de precauciones a la hora de viajar. No se escondían. Él fue detenido en un control ordinario del aeropuerto, mientras que ella estaba paseando cerca de su casa y ni siquiera temía por su detención.
Sin antecedentes en España
Carmen Mireya nació en Ecuador pero tenía nacionalidad española y vivía a caballo entre ambos países. En España no tiene antecedentes policiales y se desconoce exactamente qué vínculos tenía con nuestro país. Se ha iniciado el procedimiento para enviar a los dos delincuentes a Estados Unidos, mientras la policía sigue investigando este tipo de vinculaciones. No se trata de una cuestión menor, ya que España podría haber sido durante años el país refugio de dos capos del narcotráfico internacional.
Su perfil como mujer con poder dentro de una organización criminal recuerda al de otras mujeres poderosas dentro del negocio del narcotráfico. Es el caso de Griselda Blanco, más conocida como La Reina de la Cocaína o La Viuda Negra, ya que estaba dotada de una gran crueldad y llegó a matar a dos de sus maridos.