Los informes internos que maneja la policía no dejan lugar a dudas: los grupos de extrema izquierda se están volviendo a movilizar para enfrentarse con la ultraderecha en los mítines de Vox. Ante la previsión de una campaña electoral caliente en las calles de Madrid, la Policía Nacional se ha reforzado con antidisturbios de otros lugares.
Esta semana han llegado de Madrid decenas de agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP). Se trata de tres unidades de antidisturbios llegadas de Málaga, La Coruña y Valencia, un total de 120 agentes para hacer frente a estallidos de violencia como el que tuvo lugar el pasado 7 de abril durante el mitin de Vox en Vallecas.
La policía prevé que habrá nuevos ataques a los mítines de la extrema derecha y tiene la consigna de no permitirlo. Además de reforzar su plantilla con antidisturbios de otras partes de España, la policía ha tomado una decisión sin precedentes y acompañará a los representantes de Vox en todos los actos electorales hasta el 4 de mayo.
La situación en Madrid es preocupante. El aumento de la tensión en las calles coincide con la plantilla de antidisturbios bajo mínimos, y esto ha obligado a reforzar el cuerpo a niveles similares a la alerta 4 antiterrorista. «Estamos doblando turnos desde hace tiempo, con una plantilla que no está al cien por cien y ahora hay que estar presentes también en los mítines de Vox», explican fuentes internas del cuerpo.
La policía es consciente de que la presencia de los representantes de Vox en actos públicos ofrece una oportunidad de oro para los grupos de extrema izquierda, que les tienen ganas y ahora los tienen a tiro. Por eso la previsión es que ataques como el de Vallecas, donde hubo incluso lanzamiento de piedras, vaya a más. Y preocupa especialmente la virulencia de estos ataques, cuya intención es amenazar la integridad física.
Ayer mismo, Vox había convocado dos mítines, uno al mediodía en Carabanchel con Javier Ortega Smith y Rocío Monasterio, y otro por la tarde en el centro, con el líder nacional Santiago Abascal. El colectivo Madres contra la Represión reaccionó con una convocatoria para reventar el acto de Carabanchel bajo el lema: «Al fascismo y al capitalismo se les planta cara en las calles». Hay que recordar que Madres contra la Represión es el colectivo que dirige la madre de Alfon, el joven encarcelado por tenencia de explosivos y agresión a policías. Ante la llamada de la extrema izquierda, cuarenta antidisturbios acudieron a la cita para blindar el mitin, que acabó sin incidentes.
Aumenta la tensión en las calles
La tensión ha aumentado desde los incidentes en Vallecas, y el pasado domingo hubo otra concentración contra Vox en Ciudad Lineal. La policía les define como un «grupo hostil», aunque «no era muy numeroso, de unas veinte personas, y se les embolsó y les sacaron de ese punto». El lunes también hubo otra de este tipo en Tetuán.
Otro punto caliente es Moratalaz, sede de uno de los grupos de ultraizquierda más activos de Madrid llamado Distrito 14. Se hicieron tristemente famosos por haber agredido a mujeres de Ciudadanos durante la alcaldía de Manuela Carmena, y hace tres días los antidisturbios tuvieron que hacer un cordón de seguridad para proteger a Vox de su ira. Mañana, Distrito 14 ha convocado una manifestación con el lema «Contra el fascismo y su represión, vecino defiende tu barrio. ¡No pasarán!».
Otra fecha marcada en rojo en el calendario es el 1 de mayo, Día del Trabajador, ya que prevén una movilización masiva en las calles en un momento de gran descontento social. La policía es consciente de que en estos momentos cualquier pequeño estallido puede derivar en un problema de orden público, y explican que «para ese día montaremos un dispositivo especial porque intentarán reventarla».
Decisión únicamente profesional
La policía explica que solo están yendo a los mítines de Vox porque «en los del PSOE, PP y Ciudadanos no hay problemas. Solo acudimos a los de los socialistas cuando va el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a petición de Moncloa». Defienden que no es una decisión política, sino «por lógica profesional, a raíz de las informaciones que manejamos».
Además, los agentes tienen que hacer frente a concentraciones, manifestaciones y actos oficiales de la familia real, e incluso podría ser mucho peor si hubiera partidos de fútbol y conciertos. La prioridad ahora es proteger la campaña electoral: «Se ha hecho hasta ahora mucho hincapié en que se ha golpeado a la policía, pero lo más grave es que se ha agredido a ciudadanos que acuden a un mitin o incluso a un diputado que, sea del partido que sea, es un representante político».