Fernando García, exdirigente nacional de La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Castilla y León y responsable del sector de la remolacha de la organización agraria entre el 2002 y el 2020, ha fallecido a los 66 años este miércoles, 14 de abril.
El empresario, oriundo de Zamora, se convirtió en un «referente indiscutible» por su defensa de los productores de remolacha frente a la industria azucarera.
La triste noticia ha sido anunciada a través de un comunicado que han compartido desde la COAG y que ha sido recogido por 'Europa Press'.
«Si esta elegía la firmase Bertolt Brecht diríamos que se nos ha ido uno de los imprescindibles. Y si lo hiciera Miguel Hernández que se nos ha muerto como el rayo. Así, tan repentinamente y tan demasiado pronto, esta madrugada del 14 de abril, hemos perdido a Fernando García», han lamentado.
Referente del sector remolachero y clave para el beneficio de los agricultores de este sector
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Castilla y León también ha destacado que Fernando García era «mucho más que un gran profesional», pues siempre ha estado comprometido con su labor.
«Sin él no puede entenderse el sector remolachero español de los últimos treinta años», han subrayado. «Una lucha constante que sostuvo a todos los niveles».
Además, han señalado que su trabajo en las mesas de negociación «siempre resultó clave» para el «beneficio de los remolacheros, plasmándose en acuerdos de marco interprofesionales, ayudas asociadas y agroambientales para la remolacha, o sentencias que obligan a la Consejería y a la empresa a pagar lo que estaba comprometido».
El zamorano destacó por su gran profesionalidad en este sector, especialmente en el cultivo de la remolacha y consiguió reconocimiento a nivel nacional por haber conseguido mantener una gran productividad.
El legado de Fernando García
Fernando García ha dejado atrás a su mujer, a sus tres hijos y a sus tres nietos. Nació en la localidad de Villabuena del Puente, Zamora, hace 66 años, y ahora residía en un municipio muy cercano: La Bóveda del Toro.
Su familia ha recordado que el empresario empezó a trabajar en la agricultura desde que terminó sus estudios y que mantendrán su recuerdo gracias a los campos.
Fernando García cultivaba cereal, patata, maíz y remolacha en su explotación de regadío y secano. El empresario consiguió y mantuvo durante las últimas décadas «máximas cotas de productividad por hectárea» e hizo de su máxima pasión su modo de sustento y ahora esto se ha convertido en la mejor forma de mantenerle junto a ellos.
El empresario era consciente de las dificultades que está atravesando la agricultura y por eso quiso aprovechar su posición para luchar por ella.
«Familiar, buen amigo y mejor persona»
Fernando era un hombre muy familiar, «un buen amigo y una mejor persona». El empresario atesoraba esos valores que permiten que las organizaciones se hacen grandes mientras ellos se quedan en un segundo plano. Asimismo, Fernando era un gran compañero y su huella se ha quedado marcada en el corazón de todos aquellos que compartieron vida junto a él.
«Claro reflejo del vínculo que este agricultor profesional demostraba por su tierra era el orgullo que sentía por haber dado el relevo a su hijo al frente de su explotación en la comarca de la Guareña zamorana a la que ha dedicado toda su vida», han destacado desde la COAG.
Sus compañeros le han definido como «un compañero imprescindible» que ha dejado «una huella para siempre en el corazón de todos los que hemos tenido la suerte de caminar algún tramo de nuestra vida junto a él».