«Ojalá yo hubiera estado en ese momento junto a ellas de la mano y morir juntas». Es el desgarrador fragmento de la última carta de Beatriz Zimmermann. La madre de Anna y Olivia se sincera tras la aparición del cuerpo sin vida de su hija.
El jueves por la tarde, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño encontró el cadáver de Olivia en el fondo del mar. La noticia heló a la sociedad española y se cargó de un plumazo todas las esperanzas de la familia de encontrar a las pequeñas con vida.
Desde que las hermanas desaparecieron el 27 de abril, su madre se ha comunicado con los españoles a través de cartas. Ayer escribió la última. En ella muestra el sentimiento de una madre destrozada y agradece todo el apoyo recibido estas semanas.
«Con todo el dolor de mi alma, les quiero escribir una carta de agradecimiento», empieza diciendo. En el momento más duro de su vida, tiene un reconocimiento «a todos ustedes que han estado en corazones y rezos con ellas y conmigo».
'El acto más monstruoso'
Asegura haber sufrido «el acto más monstruoso que una persona puede cometer: matar a sus propios e inocentes hijos». Según sus palabras, «Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida».
También recuerda a sus hijas: «A Olivia le decía ‘Olí tengo un problema’, y ella respondía ‘sí, mami, ya lo sé, que me quieres demasiado’, y sonreía. Ojalá yo hubiera estado junto a ellas de la mano y morir juntas».
Anna y Olivia desaparecieron el 27 de abril mientras estaban con su padre, Tomás Gimeno. El hombre no toleraba la relación que su ex tenía con otro hombre. Por eso preparó un monstruoso plan, con el único fin de hacer sufrir a Beatriz.
Según el auto judicial, Tomás quiso provocar a su ex pareja «el mayor dolor imaginable». Por eso mató a sus hijas y las hundió en el fondo del mar, para que nunca aparecieran. Pero su plan falló, y un buque rastreador encontró el cuerpo de una de ellas.
'Que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano'
«Esa fue la razón por la que dejarme a mi con vida», asegura Beatriz en su carta, «y por supuesto el no quedar como el mayor asesino de la historia». Celebra que «la justicia salió a la luz». «Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano», añade.
Su deseo es «que aunque ahora sintamos el mayor odio, no sea para traer más sufrimiento al mundo, sino todo lo contrario. Que trascienda en amor para los niños en forma de protección, educación y respeto».
Pide que si hay maltrato en los progenitores, se proteja a los niños: «Ellos son el futuro y es muy importante que crezcan observando un ambiente de respeto, paz, amor y tranquilidad». Espera que esto sirva para endurecer las leyes y proteger más a los niños.
«Ellas son dos ángeles que han venido al mundo enseñando una gran lección a costa de su vida. Y yo, siendo su madre, voy a luchar en contra de estas injusticias y el bienestar de los niños. Por ellas y por todos los niños», añade.
27 de abril, Día Nacional del Niño
Beatriz hace una petición en su carta: que el 27 de abril sea declarado Día Nacional del Niño. Que esa sea una fecha «para recordar que ellos son nuestro principal cometido de dar amor, apoyo y educación».
Al aparecer el cuerpo de Olivia, Beatriz hizo otra petición. Quiere cambiar el apellido a las niñas para que no lleven al de su padre y asesino. Ahora quiere que la muerte de sus hijas sirva para fomentar el amor y el respeto hacia todos los niños.
Beatriz se despide en su carta con unas emotivas palabras: «Ellas habrán muerto en cuerpo, pero su alma está con todos nosotros para siempre». Y vuelve a agradecer una vez más el apoyo recibido. «Beatriz, mamá de Olivia y Anna. Los angelitos», concluye.