España se encuentra en plena segunda oleada de la pandemia de coronavirus, que marca registros cada vez más altos en las cifras oficiales que ofrece el Ministerio de Sanidad cada tarde. Además, según avanza esta segunda ola, continúan los rifirrafes en el ámbito político a la hora de hacer frente a la grave situación del país a nivel sanitario y económico.
Saúl Ares denuncia la mala gestión política de la pandemia
En palabras de Saúl Ares, investigador titular en el Centro Nacional de Biotecnología del Centro Superior de investigaciones Científicas de España (CSIC), que los poderes políticos del país estén «anteponiendo intereses espurios y populistas sin ofrecer una respuesta común» a la crisis sanitaria está entre los factores más claves de la situación actual.
Pero Ares apunta que este no es el único factor. «Tuvimos una incidencia baja a principios de verano y no hemos aprovechado para reforzar la atención primaria y contratar rastreadores como hubiéramos debido, para estar preparados para la segunda ola», señala Ares, que habla con claridad de la «falta de refuerzos en sanidad» y sus graves consecuencias.
Las imprudencias del verano han pasado factura a España
Para el científico titular del CSIC, otro error cometido el pasado verano tiene está relacionado con la excesiva dejadez frente a los «eventos en lugares cerrados con mucha gente sin mascarillas, por ejemplo en las discotecas».
«Mientras en otros muchos países se ha tenido la prudencia de cerrarlas, o por lo menos de llevar ese tipo de actividades al aire libre –señala Ares–, en España se permitieron en verano, pensando que no iba a ser tan problemático. Luego hemos visto que han sido el origen de muchos brotes», recalca.
La economía sumergida, otro factor importante en la propagación del virus
La desigualdad social y la precariedad laboral de ciertos sectores también han puesto al límite la situación epidemiológica. Sobre este tema, Ares destaca la «importante» presencia de la economía sumergida en España, y el crecimiento de «toda una serie de actividades laborales que tienen condiciones muy malas, como la de los jornaleros que se dedican a la recogida de frutas y vegetales. Esos sectores han sido muy problemáticos» con respecto al virus y su propagación, según afirma el científico del CSIC.
Ares también critica los errores en la función divulgativa de los poderes públicos al comunicar a la ciudadanía el estado de la situación de a pandemia. «El problema de la confrontación entre políticos es que a la población les llegan mensajes divididos: unos diciendo que la situación es mala, otros diciendo que es buena», cuenta el investigador, apuntando que «eso no ayuda a que la población se conciencie de que es importante cumplir con las medidas de seguridad».
«En verano, el mensaje que llegó de los poderes políticos fue 'esto ya ha pasado, ya está todo bien, podemos salir a disfrutar», confiesa el científico, que finaliza su análisis criticando la «falta de información y de un mensaje más unificado de parte de las administraciones del país».