Mientras en la mayoría de territorios ya disfrutan de todas las ventajas de la Fase 1, Madrid, Barcelona y Castilla y León esperan con impaciencia la decisión definitiva del ministerio de Sanidad para abandonar la Fase 0. Aún no hay una decisión tomada, dice el ministro Salvador Illa, pero las señales son más halagüeñas que en las últimas semanas.
Hasta ahora, el ministerio ha tratado de calmar el descontento en algunas de estas zonas con el alivio de las medidas para la Fase 0, lo que llevó a crear una nueva Fase 0,5, pero en esos lugares siguen esperando la llegada de la Fase 1, que permitirá las reuniones de hasta 10 personas y la apertura de terrazas manteniendo las medidas de seguridad.
Estos lugares son la Comunidad de Madrid, la ciudad de Barcelona con su área metropolitana, y diferentes comarcas de Castilla y León, entre las que se incluyen todas sus capitales de provincia. Madrid ha sido la que ha protestado de forma más enérgica, considerando que las razones son de tipo ideológico y llevando incluso el Gobierno a los tribunales.
Illa, por su parte, dice que se trata sólo de criterios técnicos y por primera vez se mostró confiado en que el próximo lunes estos territorios puedan pasar a la Fase 1 y se igualen al resto del país (excepto Formentera, La Gomera, La Graciosa y El Hierro, que se encuentran ya en la Fase 2): «Esperemos que en los próximo días todo nuestro país pase a la Fase 1».
Las decisiones se toman, ha dicho el ministro, basadas en un análisis conjunto, cuantitativo y cualitativo de los informes remitidos por la comunidades autónomas al ministerio de Sanidad. Este toma una decisión en función de las condiciones epidemiológicas, junto con otros factores como la movilidad, la capacidad sanitaria, y las condiciones de cada territorio.
24.000 test semanales
Por otro lado, Salvador Illa ha confirmado que esta semana se han celebrado nueve reuniones con las comunidades autónomas para analizar la evolución de la pandemia en su territorio, y explicó que hoy tendrán lugar más encuentros para acabar de decidir los cambios de fase. También ha recordado el compromiso del Gobierno de decretar luto oficial en todo el país cuando todas las provincias se encuentren en Fase 1.
Además, ha hecho hincapié en que el avance de la desescalada no implica que el virus haya desaparecido, y asegura que aún hay muchos aspectos que desconocemos, aunque «sabemos que la transmisión está muy relacionada con la movilidad de las personas» y eso obliga a mantener las medidas de prevención y seguridad.
Pero en cambio valora muy positivamente que el cambio a la Fase 1 de algunas comunidades y el alivio del confinamiento no hayan incidido en más contagios. Aunque los datos no pueden calificarse de buenos, dice el ministro, lo cierto es que «la tendencia sigue a la baja».
Otro dato positivo destacado por el ministro es que la realización de test PCR para detectar el virus ha crecido hasta los 24.000 semanales, y cifró en 1,9 millones el número de pruebas de diagnóstico realizadas desde el inicio de la pandemia. A eso se suman los 1,1 millones de pruebas de anticuerpos.