Una de las peticiones a las que tuvo que ceder ayer el Gobierno para asegurar los votos favorables de Ciudadanos y sacar adelante la quinta prórroga del estado de alarma fue la limitación de este a quince días más, y no un mes como pretendía Pedro Sánchez. Pero el acuerdo lleva implícito el apoyo del partido de Arrimadas para una nueva prórroga.
Así, Sánchez se aseguraría los quince días prorrogables que con esta última ampliación, que llegará hasta el 7 de julio, completarían el mes que el presidente tenía en mente para hacer coincidir el final del estado de alarma con el plan de desescalada.
Este es de hecho el plan que Sánchez tenía en mente, alargar el estado de alarma hasta el día 21 de junio para que el Gobierno central pueda retener las competencias de movilidad y asegurar el cierre de territorios ante la posibilidad de nuevos brotes. Por eso ya está trabajando en conseguir una sexta prórroga, con Ciudadanos como principal opción.
En el debate de ayer se evidenció aún más la lejanía entre el Gobierno y la oposición, y también con su socio de legislatura preferencial, ERC, que ayer advirtió a Sánchez que su alianza con Ciudadanos amenaza con socavar definitivamente el espíritu de la legislatura. Ante ese panorama, el Gobierno ve ahora en Ciudadanos su opción más viable.
La consolidación de un acuerdo para una sexta prórroga daría a Sánchez aquello que necesita, hacer coincidir el final del estado de alarma con el final de la desescalada y la entrada en la «nueva normalidad». Pero ahora mismo el panorama político es muy volátil, y sin ir más lejos habrá que ver como reacciona Ciudadanos ante el pacto entre PSOE, Podemos y EH-Bildu para la derogación de la reforma laboral.
Objetivo a medio plazo
Aunque desde un principio la formación naranja había exigido al presidente del Gobierno un plan B para sustituir el estado de alarma por un mecanismo dentro del ordenamiento legal que respete las libertades fundamentales y los derechos de los ciudadanos, ahora estaría dispuesto a negociar una sexta prórroga y permitir que se agote el período previsto para la desescalada.
De momento, la cúpula de Ciudadanos, que estos días ha tenido que hacer frente al motín de algunos de sus miembros más insignes, ya ha comunicado a Moncloa que están dispuestos a iniciar las negociaciones para una nueva prórroga.
El equipo de Arrimadas da por hecho que los cambios legislativos para prescindir del estado de alarma cuando culmine la desescalada no estarán listos para su entrada en vigor dentro de quince días, cuando venza la actual prórroga, y lo ven más como un objetivo a medio plazo para no tener que recurrir a ello de nuevo en caso de un rebrote en otoño.
Mientras tanto, y como ha sucedido hasta ahora, los equipos negociadores mantienen la vía abierta mientras los partidos tratan de marcar distancias en público. El Gobierno reitera que su socio preferencial sigue siendo ERC, mientras que Ciudadanos, dirigido ahora por Edmundo Bal tras la baja por maternidad de Inés Arrimadas, critica duramente las medidas del Gobierno.