Hace ya un mes que Tomás Gimeno, padre de Anna y Olivia, se llevó a sus hijas y no se las devolvió a su madre, Beatriz, cuando debía hacerlo, desapareciendo del mapa y provocando una búsqueda por tierra, mar y aire en Tenerife, el resto de las islas Canarias y finalmente por toda España e incluso en ámbito internacional.
El padre de las niñas, de 1 y 6 años de edad, avisó a la madre de que no se las iba a devolver y de que no iba a volver a verlas nunca más, ni a ellas ni a él mismo, lo que hizo que la mujer le denunciase ante la Guardia Civil, quienes calificaron la desaparición como de 'alto riesgo' desde el minuto uno, y desde entonces no se ha parado de buscarlos.
Al principio, los investigadores tenían esperanzas en encontrar a Tomás y a las niñas en buen estado, pero a medida que pasan los días y las semanas esas esperanzas se van diluyendo, hasta el punto en que la Benemérita ya está buscando los cuerpos de las niñas en el fondo del mar.
La madre de las niñas, por su parte, no pierde la esperanza en encontrarlas con vida y sigue pidiendo a Tomás que las devuelva a través de varias cartas que ha ido publicando durante este tiempo.
Uno de los clavos a los que se agarra Beatriz para seguir pensando en la fuga de Tomás con sus hijas y no en que les quitase la vida es una conversación que mantuvo con él en la que le dijo que «una cosa es salir de la zona de confort, y otra es cambiar de continente», algo que después de todo lo que ha ocurrido le indica que ya podría haber tenido planes de fugarse con las pequeñas.
Joaquín Amills, portavoz de la familia de Beatriz y presidente de SOS Desaparecidos, explicó también que Tomás tenía miedo de perder a sus hijas porque Beatriz estaba en una nueva relación con un hombre algo mayor, de 60 años, y nacionalidad belga. «Qué fácil aceptar que pierdes una familia con la que llevas toda una vida, perder el control de tus hijas», llegó a decir el padre de las niñas a pesar de que Beatriz en todo momento le aclaró que no pensaba mudarse y que no iba a llevarse a las niñas a ninguna parte.
Pero al parecer, Gimeno no quedó del todo convencido y siguió pensando que Beatriz se iría con su pareja lejos de él, algo que no podía soportar, por lo que acabó actuando antes e hizo lo que creía que ella haría: llevarse a las niñas. Esta es la teoría de los familiares de las niñas y a lo que se agarran para seguir pensando que Tomás está en alguna parte con ellas.
Investigan qué pudo pasar las 2h antes a la desaparición
La Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis, pero el paso del tiempo no es un buen amigo para este tipo de casos y ahora mismo se muestran más pesimistas que optimistas, y tratan de averiguar qué pasó entre las 19:30 horas de aquel día, cuando el hombre se despidió, junto a las niñas, de sus padres; y las 21.30 horas, cuando se le vio solo cargando con algunos bultos en el embarcadero del puerto de Tenerife, pero sin las niñas.
Tomás zarpó con su embarcación a esa hora y volvió algo después, sobre las 23:30 horas, motivo que le llevó a ser propuesto para sanción por parte de la Guardia Civil por saltarse el toque de queda, que en aquel momento estaba vigente en Canarias a partir de las 23:00 horas.
Los agentes inspeccionaron su barca pensando que podría estar moviendo droga, pero no encontraron nada raro en su interior. Beatriz todavía no había interpuesto la denuncia, así que los agentes no sabían que Tomás estaba en busca y captura y le dejaron proseguir. Sobre las 00:30 horas del 28 de abril, el padre de las niñas volvió a zarpar y ya nunca más se supo de él. La barca apareció a la deriva 17 horas después frente al Puerto de Güimar