Montaje de fotos de una chica con guantes y mascarilla y la foto de un virus

La nueva secuela de Ómicron que solo notarás si te quedas en silencio

Existe una extensa lista de efectos adversos tras contagiarse por COVID-19

Los contagios por COVID-19 han bajado considerablemente en las últimas semanas, pero el virus sigue estando muy presente a diario. A la fatiga y a la tos crónica, que padecen muchos de los ciudadanos que se contagiaron en su momento, entre otras, hay que sumarle otra secuela: el tinnitus.

Un problema bastante molesto para quienes lo padecen

El tinnitus es un problema bastante común. De hecho, afecta a entre un 15 y un 20% de la población, especialmente a personas mayores. No obstante, un estudio ha confirmado que el tinnitus podría estar vinculado a la infección por coronavirus, principalmente en los casos que han padecido la variante Ómicron.

Miles de pacientes alrededor de todo el mundo sufren niebla mental, problemas de memoria o fatiga como secuelas de la infección. El cansancio o las dificultades motores o del habla también se suman a esta lista, donde ahora se puede incluir también al tinnitus.

oreja con varios piercings
El tinnitus afecta al oído interno y es un zumbido bastante molesto | PIXABAY

Una reciente investigación realizada por científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha encontrado evidencias de que el virus SARS-CoV-2 podría infectar células del oído interno. Entre ella se incluyen a las ciliadas, que son fundamentales tanto para la audición como para el equilibrio. Todo ello provoca la pérdida de audición y el tinnitus.

La especialista Konstantina Stankovic, investigadora del oído interno y otorrinolaringóloga, se quedó sorprendida cuando comenzó a comprobar cómo a su clínica de Massachusetts acudían pacientes covid que se quejaban de pérdida de audición. Pero no solo eso, también de zumbidos en los oídos conocidos como acúfenos o tinnitus y mareos, que suelen iniciarse en el oído interno.

Tras meses de investigaciones, se concluyó con la reciente publicación de un estudio en la revista Communications Medicine. En él se establece una relación directa entre el coronavirus y los trastornos auditivos y del equilibrio.

En el momento más crítico de la crisis sanitaria, no se prestaba demasiada atención a si la audición de los infectados estaba afectada o si sufrían de vértigo. Se tenían en cuenta otras complicaciones que ponían en peligro la vida de los contagiados por COVID-19. Por eso, era sencillo descartar estos síntomas como una mera coincidencia sin mayor trascendencia.

Dos sanitarias con EPIs de protección contra el covid
Cuando comenzó la pandemia se tenían en cuenta otras afecciones más importantes | Eduardo Parra / Europa Press

Lo cierto es que no se tenían pruebas rutinarias tampoco, ha explicado Stankovic. Sin embargo, tras el estudio, se ha comprobado que el virus SARS-CoV-2 que causa el COVID-19 puede infectar directamente el oído interno, ha añadido. 

¿Qué es exactamente el tinnitus?

A priori el nombre no da muchas pistas sobre este tipo de patología, pero los especialistas lo describen como un zumbido en los oídos cuando no existe una fuente de sonido externa. Puede ser subjetivo o imaginario, pero también está asociado a una enfermedad. 

Quienes lo padecen no solo pueden sentir zumbidos, sino que además el tinnitus puede causar otros tipos de ruidos imaginarios en los oídos como rugidos, chasquidos, siseos o murmullos.

oreja de una mujer tumbada
El tinnitus es un zumbido constante y muy molesto para quienes lo padecen | PIXABAY

En la mayoría de los pacientes, es algo subjetivo que solo escucha el propio afectado. Además, este molesto ruido puede variar de intensidad. De hecho, quienes tienen que convivir con él a diario aseguran que lo escuchan tan alto que tienen problemas de concentración para realizar sus actividades cotidianas.

En la actualidad, no existe ningún tratamiento farmacológico efectivo para tratar el tinnitus. Una de las opciones que más se recomienda es la realización de una terapia de reentrenamiento o habituación. Con ello se pretende conseguir que el acúfeno se quede a nivel subcortical en la vía auditiva, de forma que no se perciba y deje de molestar a quien lo padece.