“Siempre os voy a llevar en mi corazón y sé que vais a estar a mi lado el resto de mi vida. Te quiero papá, te quiero mamá, te quiero hermano”. Es el mensaje de Timea, la joven de 25 años que el sábado encontró a su familia muerta al llegar a casa. En el trágico suceso murieron sus padres, Vasile y Krisztina, y su hermano Oti.
Vasile, de 56 años, Krisztina, de 45, y Oti, de 20, murieron por inhalación de monóxido de carbono debido a una mala combustión de la caldera. Además, murieron las dos mascotas de la familia: Chester, un perro, y Tobi, un gato. “Mis primeros animales, también os habéis ido, os crié desde bebés y os voy a tener en mi corazón toda la vida”, publicó Timea.
Así se despide de su familia esta joven abogada que el sábado salió de noche y, al volver a casa, se encontró con la tragedia. Sucedió en Catarroja (Valencia), donde hoy los vecinos están consternados. El suceso se encuentra en proceso de investigación, aunque creen haber detectado el origen.
Volvía de tomar algo
Todo ocurrió poco antes de las dos de la madrugada, cuando Timea, de 25 años, volvió a casa después de salir a tomar algo. Abrió la puerta, entró en casa y avanzó hasta la cocina, donde se encontró a su madre Krisztina en el suelo. Su padre Vasile estaba tumbado en la cama, y su hermano Oti recostado en su dormitorio.
En el cuarto de baño se encontró al perro, y en el suelo estaba el gato. Intentó despertarlos a todos, uno por uno, pero ninguno respondió. Cuando llegaron los equipos de emergencia le dieron la peor de las noticias, y es que todos los miembros de su familia habían fallecido.
Al encontrarse la escena, Timea entró en estado de shock y llamó a la Policía. Agentes de la Local se presentaron en su casa junto con efectivos de los Bomberos, y comprobaron que no había ninguna fuga de gas. Abrieron las puertas y ventanas para ventilar la vivienda, y un agente se sintió mareado al inhalar el monóxido de carbono.
El gas de la muerte
La diferencia entre el monóxido de carbono y la fuga de gas es que en este caso no había olor y la familia no pudo detectar lo que pasaba. El caso se está investigando, pero la primera hipótesis es una mala combustión de la caldera. Creen que hubo un fallo en el aparato alimentado por gas butano, que no estaba en un punto ventilado.
El fallo habría liberado el monóxido de carbono sin que los inquilinos se percatasen, y se habría acumulado hasta provocar la intoxicación mortal. Al ser inhalado, este gas provoca un debilitamiento generalizado, mareos y sueño, hasta causar la muerte. Por eso se le llama el ‘asesino silencioso’ o la ‘muerte dulce’.
Siempre se recomienda tener los aparatos en lugares ventilados. En invierno, cuando las puertas y las ventanas están cerradas, existe mayor riesgo de concentración de este gas. Sin ir más lejos, el pasado 31 de noviembre una chica de 15 años murió por inhalación de monóxido de carbono en una fiesta de Halloween.
Una familia muy querida
Horas después se procedió al levantamiento de los cadáveres y el caso quedó en manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alfafar. La familia fallecida era originaria de Rumanía y llevaban dos décadas viviendo en el pueblo. Hace tiempo que habían comprado el piso donde ocurrió la tragedia, un cuarto piso en una céntrica plaza del municipio.
Vasile, el padre de familia, trabajaba de mecánico en la empresa Takumisan, y su mujer era trabajadora de la limpieza en un colegio. Oti, su hijo, había empezado los estudios de Recursos Humanos en la universidad. Timea acabó la carrera de Derecho y ejerce como abogada.
“Eran muy queridos, unas excelentes personas”, aseguran los vecinos en declaraciones a Levante-EMV. Los que les conocían les describen como luchadores, trabajadores, “volcados con cualquiera que les necesitara”. Todos coinciden en la injusticia de su muerte.
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