Los terremotos son uno de los fenómenos de la naturaleza más difíciles de predecir. Suelen producirse por la fricción entre dos o más placas tectónicas, que yacen bajo nuestros pies, pero a las que no se puede observar directamente.
Eso hace que sea difícil predecir cuándo va a ocurrir un terremoto. Pero los expertos buscan la manera de amortiguar sus efectos en el caso de que se produzcan, estudiando todas las variables posibles.
Hace unos días supimos que algunas zonas de la costa española eran más propensas a recibir tsunamis. Ahora, los investigadores se quedan en tierra firme para intentar averiguar qué territorios serían más castigadas por un seísmo.
Investigadores de la Universidad de Alicante han elaborado un mapa que muestra la probabilidad de colapso de edificios de hormigón. Se trata del primero de este tipo en nuestro país y busca dotar a esas áreas de herramientas para protegerse en caso de terremoto. Ha sido publicado en la revista Bulletin of Earthquake Engineering como Risk-targeted hazard maps for Spain.
El estudio se ha realizado en función de la aceleración de diseño de la normativa sismorresistente y de la curva de peligrosidad sísmica.
La aceleración sísmica es una medida utilizada para elaborar normativas y zonas de riesgo sísmico. Es decir, a través de ella se puede determinar qué lugares son más propensos a sufrir terremotos. A partir de ahí, se elaboran distintas normativas que puedan ayudar a reducir sus efectos.
Un claro ejemplo lo encontramos en los edificios, ya que en ubicaciones con más sismos deberán ser capaces de aguantar mejor el temblor. En zonas no habituadas a los terremotos, los arquitectos no tienen tan en cuenta esas normativas.
El terremoto de Lorca, el más reciente con daños
A medida que aumenta la fuerza de un terremoto, los daños materiales tienden a multiplicarse. Lo hemos visto infinidad de veces y también lo hemos vivido en España en numerosas ocasiones.
Uno de los terremotos más fuertes que ha sufrido nuestro país en los últimos años es el terremoto de Lorca. Ocurrió el 11 de mayo del 2011 y tuvo una magnitud de 5,1. Provocó daños en toda la Región de Murcia y se sintió desde varias provincias de Andalucía, Castilla-la Mancha y la Comunidad Valenciana.
El terremoto dejó nueve víctimas mortales y 324 personas heridas. Pero además, los daños materiales fueron cuantiosos en edificios, instalaciones y patrimonio histórico de la ciudad. Según cálculos posteriores, el 80 % de las viviendas de Lorca sufrieron daños durante el terremoto.
La intención de estos estudios es precisamente reducir ese porcentaje y ayudar a que las edificaciones se adapten mejor a los temblores. El nuevo mapa forma parte precisamente del Proyecto RETOS2016: Escenarios de movimiento del suelo enfocado hacia el riesgo sísmico. Aplicación a Escenarios de daños, pérdidas y planes de emergencia (CGL2016-77688-R).
Mapa de colapso de edificios por terremotos
Los investigadores elaboraron primero un mapa de la peligrosidad sísmica en España. Teniendo en cuenta la fragilidad de los edificios, han analizado la probabilidad de colapso a través de un mapa de coeficiente de riesgo.
Según los datos, los autores del estudio creen que la aceleración de diseño afecta al posible colapso de los edificios. Por eso, creen que en las áreas con más peligrosidad sísmica debería aumentar la aceleración de diseño.
Así, el mapa determina qué lugares de España son más propensos a sufrir colapso en sus edificaciones en caso de seísmo. El sureste peninsular es la zona con más actividad sísmica, por lo que recoge también las zonas más propensas al desplome.
La zona comprendida entre el sur de Valencia y el norte de Almería sería la zona más afectada. A ella se le sumaría también la costa de Granada y una zona de la costa malagueña. Ya por detrás estaría el resto de la Comunidad Valenciana, Granada, Málaga y Jaén; y la provincia de Gerona.
Casi todo el país se situaría luego en una zona intermedia. Con menor probabilidad encontraríamos Galicia, la mitad oeste de Extremadura y lugares de Andalucía, Castilla-La Mancha y el interior de Valencia. En este nivel estaría también el norte del País Vasco, Aragón y zonas interiores de Cataluña.
La zona de menor afectación de toda España estaría situada en la cordillera Bética, al sur del país.