La Guardia Civil ha detenido a José del Carmen, un hombre de 50 años, por la muerte de su mujer el pasado 4 de abril.
Aunque inicialmente parecía un accidente, la policía encontró indicios más que evidentes de la implicación de su marido. Teodora es la décima víctima de la violencia de género en España este año.
Teodora tenía 41 años y era madre de tres hijos, uno de ellos menor de edad. El pasado lunes su cadáver fue hallado en un paraje alejado del término municipal de Almonacid, en Toledo. Fue su propio marido quien llamó pidiendo ayuda porque, según decía, había quedado atrapada bajo las ruedas de su coche.
Cuando llegaron los servicios de emergencia vieron que algo no cuadraba. El coche no tenía daños exteriores, y la rueda trasera del lado del conductor estaba sobre el cuerpo de la víctima. El hombre quedó detenido como presunto autor de la muerte y se encuentra en prisión preventiva sin fianza.
Trabajaba en un restaurante
Teodora trabajaba en un restaurante de Almonacid desde hacía meses, y el lunes salió de allí a las 08:30 de la mañana. Horas más tarde, los empleados del establecimiento supieron de la trágica noticia. Su compañera había fallecido aparentemente en un desafortunado accidente con el coche.
En el local la recuerdan como una mujer amable, muy agradable, que desempeñaba su labor en la cocina. Todos los días iba a recogerla su marido, José, a quien describen como un hombre tranquilo y también muy amable. El matrimonio tenía tres hijos, uno de los cuales adolescente y que aún vivía bajo el mismo techo.
Teodora y José del Carmen eran peruanos, pero llevaban años en España y se habían integrado perfectamente. Ella vivía a unos 500 metros de su lugar de trabajo y a veces iba a trabajar en bici. Hacía algunos días que había manifestado su intención de dejar el trabajo, pero finalmente no se fue.
Un lugar alejado e inhóspito
Los servicios de emergencia recibieron el lunes por la tarde la llamada en la que José decía que su mujer había sufrido un percance. Lo primero que llamó la atención es que estaban en un lugar apartado y de difícil acceso. Desde el restaurante hasta allí era difícil llegar, y hay que ir expresamente.
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Primero hay que hacer diez kilómetros hasta el cementerio de Almonacid, y después seguir más de dos kilómetros por un camino de grava. Durante el tortuoso trayecto hay que cruzar un puente entre las vías del tren, y sortear los baches por un camino lleno de tierra. Hay que ir muy despacio, a unos 20 km/h.
Superada esta odisea hay que tomar un desvío y seguir dos kilómetros más hasta llegar a un descampado. Allí, cerca de una loma con olivos, estaba el cuerpo sin vida de Teodora con su marido al lado esperando a las emergencias. A pesar del suceso, en el suelo apenas había sangre de la víctima.
La familia está sorprendida
Al llegar allí, los agentes vieron cosas que no cuadraban y empezaron a pensar en una posible implicación del hombre. José del Carmen quedó detenido como presunto autor de la muerte de su mujer. Creen que pudo haberla matado primero y después llevar el cuerpo hasta allí y simular un atropello accidental.
La juez de instrucción ha decretado prisión provisional sin fianza para José, “tras quedar la mujer atrapada bajo el vehículo”. Le imputan un delito de asesinato con alevosía, con agravante de parentesco y violencia de género. Le han quitado la custodia de su hijo y no podrá acercarse a él a menos de 500 metros.
El suceso ha causado una gran sorpresa en el entorno de la víctima y su familia. Familiares de José y Teodora fueron ayer en coche en busca del lugar donde ocurrió todo, y afirmaban estar muy consternados. “No sabíamos nada”, explicó uno de ellos al diario ABC, “ellos no venían habitualmente por este camino”.