Agente de la Guardia Civil ante la avalancha migratoria en Ceuta

'Da miedo': Miles de inmigrantes y piedras contra el Ejército en una frontera de España

El presidente del Gobierno ha cancelado su visita a París y el ministro del Interior de desplazará hasta Ceuta

El conflicto diplomático entre España y Marruecos ha traído como consecuencia una nueva crisis migratoria, que va camino de ser la peor que se recuerda en nuestro país. Decenas de inmigrantes siguen entrando en Ceuta ante la pasividad de las autoridades marroquíes, mientras el Gobierno trata de contenerlos con el Ejército.

La policía estima que desde las 2 de la mañana han entrado en España 6.000 inmigrantes, una cifra que no se había visto ni en la crisis de los cayucos en 2006. Entre ellos hay al menos 1.500 menores, algunos de ellos bebés. La situación ha derivado en las últimas horas en una escalada de tensión, con lanzamiento de piedras contra el Ejército.

El problema se ha originado por la reacción de Marruecos ante el apoyo de España al líder del Frente Polisario, que se encuentra ingresado en un hospital de Logroño. La posición de España respecto al conflicto entre Marruecos y el Sáhara Occidental ha llevado al país vecino a levantar los controles migratorios en la frontera ceutí, provocando así una avalancha de inmigrantes que pone en jaque la seguridad de nuestro territorio. 

Ante la llegada descontrolada de miles de inmigrantes a la ciudad autónoma española, a las tres de la mañana el Ejército ha ocupado toda la línea de la playa del Tarajal. El efecto llamada ha llegado hasta Melilla, donde unos 300 inmigrantes también han intentado entrar aunque sin éxito. Se trata de una crisis migratoria sin precedentes en España, que ha forzado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cancelar su viaje a París.

El presidente ha trasladado un mensaje de firmeza en la defensa de Ceuta como parte de España. Pero la situación en Ceuta está fuera de control. Las unidades de la Legión y Regulares se han sumado a las fuerzas de seguridad que intentan frenar la avalancha de inmigrantes. Ahora, el Ejército, junto con Policía Local y Nacional, y Guardia Civil, trata de agrupar a los inmigrantes desperdigados e impedir un desastre mayor. 

‘Jamás he visto nada igual’

La pasividad de la policía marroquí en la aduana de Bab Septa, en Ceuta, ha hecho que miles de inmigrantes intentaran pasar de golpe y la situación se ha descontrolado rápidamente. Los que intentaban entrar en suelo español, muchos de ellos niños y mujeres con sus bebés en brazos, se han lanzado al mar y han tenido que ser rescatados por las lanchas de la Guardia Civil

Pero los agentes de la Guardia Civil se han visto pronto desbordados por la avalancha de jóvenes marroquíes corriendo a diestro y siniestro por la playa. Se han vivido situaciones dramáticas, con mujeres a punto de ahogarse y menores luchando por su vida en plena mar. En las labores de rescate han intervenido incluso los vecinos.

Las últimas imágenes que llegan desde Ceuta advierten del aumento de la tensión entre los inmigrantes agolpados en la valla y el Ejército desplegado en la playa. Hay lanzamiento de piedras, y los allí presentes temen que la cosa se pueda descontrolar. En declaraciones a ABC, uno de los vecinos lo expresa así: «Da miedo lo que pueda suceder. La policía marroquí no hace nada, asisten como meros espectadores. Jamás he visto nada igual. Hay un hormiguero de gente que se dirige a la frontera: niños, mujeres, familias enteras».

Otra crisis migratoria en España

La gravedad de la situación ha hecho que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cancelara el viaje que tenía previsto a París. En estos momentos tiene lugar el Consejo de Ministros, en el que se abordará la crisis migratoria. Después de la reunión comparecerán la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. También está previsto que hable Pedro Sánchez, y luego, el ministro del Interior se desplazará a Ceuta.

Se trata de una nueva crisis migratoria tras la que tuvo lugar hace cuatro semanas, cuando 159 personas llegaron nadando a las costas españolas. Marruecos aceptó la devolución de 69 personas en base a la Ley de Extranjería. El resto quedaron en manos de las autoridades ceutíes, y fueron llevado a un centro de menores.