Este sábado se producía una imagen que todavía no se había visto en el volcán Cumbre Vieja de La Palma. Desde que erupcionara hace una semana, todavía no se había producido un importante derrumbe como el que confirmaron ayer en el cono principal del volcán. Este derrumbe parcial podría hacer temer a los expertos por la caída total de esta parte del volcán.
“El cono no soporta su propio peso y también debido a las deflagraciones de ayer busca poder sostenerse", explicaba el director técnico del comité de crisis, Miguel Ángel Morcuende. Si bien es cierto que este relativizaba el impacto que pueda tener este hecho. Los expertos piensan que podría tratarse de una de las primeras bocas que se abrió tras la erupción.
Considera que forma parte de la evolución normal de la erupción volcánica. “No genera inquietud”, afirmaba pese a que este acabó creando una nueva colada que causó cierta preocupación en la población. Y es que 160 personas más tenían que ser desalojadas al aumentar el ritmo de bajada de la lava.
Pese a ello, Morcuende insistía en que es normal que alla estos cambios en una erupción de carácter fisural y stromboliana como esta. “Eso quiere decir que los distintos centros de emisión que van sucediéndose lo hacen a lo largo de una fisura y pueden apagarse o aparecer otros nuevos”, afirmaba. “Estamos ante una erupción típica de Canarias”, zanjaba.
Nueva colada más rápida que las de los últimos días
La realidad es que las imágenes de una nueva colada que descendía a gran velocidad por la ladera del Cumbre Vieja, volvieron a hacer saltar las alarmas. Un nuevo río de lava surgió tras este derrumbe y los expertos calcularon que llegó a bajar a unos 300 metros por hora.
Los expertos explicaban como estas nuevas coladas estaban circulando por la antigua que se ha quedado casi estancada en Todoque. “Esta nueva colada ha sido muy fluida, entre otras cosas porque proviene de partes interiores de la caldera, que está a mayor temperatura y fluye con más facilidad hasta que empieza a enfriarse en superficie”, afirmaba el Morcuende.
Si bien es cierto que está se ha ido ralentizando con el paso de las horas, quedándose en una velocidad de unos 30 metros por hora. En buena parte esto es lo que parece que lleva a las autoridades a seguir manteniendo la última evacuación echa el viernes.
Algo menos de 1.000 vecinos tuvieron que abandonar sus casas en Tajuya, Tacande de Abajo y la parte de Tacande de Arriba que aún estaba fuera de peligro. Lo hicieron ante el temor a los posibles derrumbes del volcán, tras detectarse varios corrimientos de tierras el pasado viernes.
Las buenas noticias que dejan las últimas horas
Una de las mejores noticias que se han podido confirmar es que el magma parece haber reducido todavía más su velocidad. Actualmente sale de cuatro centros emisores y la lava fluye en dos coladas. Hasta el momento el cálculo es que están afectadas 494 edificaciones, 449 dadas por destruidas además de 210,2 hectáreas cubiertas.
Por otro lado, esta misma mañana se confirmaba la reapertura del aeropuerto de La Palma. Todo después de que haya tenido que estar 24 horas cerrado debido a la cantidad de ceniza acumulada. Los servicios de limpieza ya han terminado de limpiar sus pistas.
Por último, el INVOLCAN ha informado en las últimas horas de una disminución de la presión en el sistema magmático de Cumbre Vieja. Habrá que esperar a si esto acaba suponiendo el principio del fin de la erupción. Están a la espera de recibir más datos y estudiar más parámetros.