Los Mossos d’Esquadra buscan al asesino de un taxista de 43 años muerto la madrugada del domingo en el barrio de la Bordeta de Lleida. La policía catalana está trabajando para identificar al agresor que acabó con la vida de este hombre a puñaladas. El fallecido es un vecino de Lleida de 43 años.
Mohamed Ezzeraiga apareció malherido entre dos coches aparcados cerca de su taxi, y fue evacuado al hospital en estado crítico. Presentaba varias heridas de arma blanca que poco después provocaron su muerte. El hombre estaba casado y tenía dos hijos, uno de ellos un bebé de pocos meses.
Mohamed era natural de Marruecos pero llevaba más de veinte años viviendo en España, donde era conocido como Simu. La comunidad magrebí está de luto por la trágica muerte de uno de los suyos en pleno ramadán. Además, el fallecido tenía vocación humanitaria y estaba implicado en varias iniciativas.
La principal hipótesis
Eran las 02:30 horas de la madrugada del domingo cuando un ciudadano llamó al 112 para alertar de que había un hombre malherido en la calle. Estaba a cincuenta metros de un taxi con la puerta abierta, el motor encendido y el taxímetro puesto. La víctima presentaba heridas de arma blanca.
Al parecer fue atacado allí mismo, en la calle Sifó del barrio de la Bordeta, pero no se sabe si dentro o fuera del taxi. Patrullas de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana acudieron al lugar de los hechos junto a dotaciones médicas. El herido fue trasladado al hospital Arnau de Vilanova en estado muy grave.
Presentaba una decena de cuchilladas en el cuello y la espalda, y una de ellas le había atravesado el corazón. Los médicos no pudieron hacer nada por su vida y acabó muriendo sobre las 05:30 horas de la madrugada. La policía abrió una investigación para aclarar los hechos e identificar al asesino.
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En una zona apartada
Hoy está previsto que practiquen la autopsia al cuerpo de la víctima, mientras el Àrea de Investigación Criminal de los Mossos trata de identificar al autor. En una calle próxima al lugar del crimen encontraron un cuchillo. Ahora están buscando huellas del asesino para avanzar en la identificación.
Por ahora todas las hipótesis siguen abiertas, aunque la más plausible es la de un asalto por robo. Creen que la víctima fue agredida dentro del vehículo y cayó inconsciente entre dos coches aparcados mientras el asesino huía. El lugar es una zona apartada entre el centro cívico y el campo de fútbol.
No descartan que el agresor indicara al taxista esta zona con la idea premeditada de cometer el asalto. Lo que saben por ahora es que Mohamed subió a un cliente cuando se encontraba en una parada de taxis, sin llamada previa. Ahí empezó la carrera que acabó de manera trágica en la calle Sifó.
Trabajaba en el turno de noche
Al haber subido al cliente sin llamada previa no hay registro telefónico a partir del cual poder investigar. Los agentes se están centrando en el visionado de las cámaras de seguridad para seguir el recorrido del taxi. Mohamed no era propietario del taxi y llevaba poco más de un año trabajando en el turno de noche.
Era empleado de la cooperativa de Tele Ràdio Taxi Lleida, cuya propiedad ostenta Xavi de Juan. Este afirmó que están “en shock y muy dolidos” tras conocer la muerte del taxista. “Tenemos la sensación de inseguridad y vulnerabilidad porque trabajamos sin protección y no sabemos nada de la persona que sube al coche”, explicó.
Hoy está previsto que los taxistas hagan una lenta marcha a las 12 del mediodía como señal de respeto a su compañero asesinado. El sindicato de taxistas se ha solidarizado con la familia y los compañeros de Mohamed, y ha pedido el rápido esclarecimiento de los hechos. El crimen ha causado una gran consternación.
Vocación humanitaria
Mohamed Ezzeraiga, Simu para los amigos, estaba casado y tenía dos niños (uno de cinco años y el otro de pocos meses). Nació en Marruecos pero llevaba muchos años en Lleida. Era miembro de la asociación Nostàlgia Llega, una entidad dedicada a ayudar a las familias migradas y fomentar la integración.
Simu, plenamente integrado en el barrio, estaba comprometido con iniciativas sociales y humanitarias. También era muy aficionado al deporte, especialmente el fútbol. La comunidad magrebí está consternada por estos hechos, ocurridos precisamente en plena celebración del ramadán.
Su muerte vuelve a poner de manifiesto las condiciones de inseguridad en las que trabajan los taxistas en España. Los sindicatos del gremio llevan tiempo pidiendo más medidas para proteger a los taxistas. A pesar de los avances en materia de seguridad, siguen expuestos a casos como el de este fin de semana.