Los hogares que dependen de la bombona de butano tampoco se libran de la subida de precios. El pasado lunes, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico publicó el nuevo precio para el gas licuado del petróleo. Cada envase, de 12,5 kilos, pasa a costar 18,63 euros, lo que implica un aumento del 4,96%.
Hasta la fecha se estaban vendiendo al público al precio de 17,75 euros. Los usuarios de este tipo de energía se enfrentan al noveno incremento consecutivo. Las tarifas se revisan cada dos meses y dependen de una serie de factores.
El precio de la bombona de butano se define, principalmente, según el coste de la materia prima y de los fletes. También de la evolución del cambio euro-dólar.
Hay que decir que la revisión se limita al 5%, tanto al alza como a la baja. En posteriores revisiones se suele aplicar el exceso o defecto.
El motivo que lleva en esta ocasión a elevar el coste del recipiente es el importante ascenso de la materia prima, que es del 14,32%. A ello se le une la depreciación del euro un 0,27%, mientras que por su parte los fletes se han abaratado un 9,9%. Sin ese tope máximo del 5%, la botella de butano habría subido el precio un 7,15%.
Para compensar el aumento de precio, el pasado mes de octubre el Ejecutivo sacó adelante una mejora del bono social térmico. Lo hizo con cargo a las cuentas del año pasado, en donde añadió una partida 100 millones de euros, hasta alcanzar los 202,5 millones.
Esta alternativa incluye una compensación para los consumidores vulnerables con mayores necesidades térmicas. La prestación mínima sufre un incremento de diez euros, pasando la ayuda de 25 a 35 euros. Esto equivaldría, por lo tanto, a un par de botellas de butano.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una combinación de hidrocarburos, sobre todo de butano, que se presenta como alternativa al gas natural. Está pensada para su consumo energético principalmente en poblaciones o núcleos que carezcan de conexión a la red de gas natural. El precio tope de venta en envases de entre 8 y 20 kilos no está liberalizado.
En estos momentos se eleva el consumo de envases de GLP a 68 millones, pudiendo ser de diferentes capacidades. De ellos, el 78% están condicionados al precio máximo regulado. Hay que decir que se trata de un tipo de energía que va perdiendo presencia con el tiempo.
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Desde 2009 a 2018, las ventas cayeron en torno a un 20%.
Sube la bombona de butano y otros suministros
La bombona de butano eleva su precio, pero también sufren cambios al alza otros suministros. Es el caso, por ejemplo, del gas licuado del petróleo por canalización. Desde el martes pasó a tener un valor de 110,44 céntimos de euros/kg.
Este servicio consiste en el suministro de gas propano a través de una red de distribución alimentada desde un depósito. En esos puntos se almacena el gas de manera líquido, facilitando de manera constante el suministro al usuario.
La facturación se lleva a cabo mediante un contador sin que sea preciso hacer un pedido con anterioridad. Es una propuesta que surge como alternativa al gas natural en pequeñas poblaciones que no cuenten con una red de gas natural. Se estima el número de usuarios en torno a los 360 000.
Pero además de la bombona de butano, el bolsillo de los españoles también se ha visto perjudicado por los precios de la luz y combustibles. Tampoco hay que olvidarse de la subida en la cesta de la compra.