El precio de la luz ha vuelto a dispararse en España después de conocerse que en el 2020 tuvo su precio más bajo, de media, de los últimos 15 años. Y lo hace, como ya ha pasado en anteriores inviernos, en pleno temporal de frío y nieve que tiene a más de media España bajo cero y en el que se espera que en los próximos días pueda verse nevar de forma muy abundante incluso en varias capitales de provincia, incluida Madrid.
Estos primeros días del 2021, la luz ha alcanzado precios que no alcanzaba desde septiembre del 2018 y se prevé que siga subiendo en los próximos días, justo cuando más personas estén poniendo las calefacciones y gasten más luz al pasarse todo el día dentro de casa, especialmente en aquellos sitios donde se ha decretado algún tipo de confinamiento perimetral.
Este jueves, 7 de enero, el precio de la electricidad está en 89 euros por megavatio/hora (MWh), un 100% más alto que el primer día de año. Se prevé que esta noche ya se superen los 100 euros/MWh, un precio que hace más de dos años que no se veía en nuestro país.
Para entendernos, si estos precios se mantuvieran todo el mes de enero, la factura a final de mes se resentiría, y mucho. Una factura media de 60 euros al mes se traduciría en 80 durante este enero con esos mismos precios.
Y como decíamos, esto no es nuevo y es habitual que en España suba el precio de la luz cuando más falta hace, especialmente en enero y, sobre todo, en medio de un temporal. Pasó en enero de 2017 y volvió a pasar en septiembre del 2018, aunque el causante en aquella ocasión fue el aumento del precio del petróleo y la falta de energías renovables después de un verano seco y cálido.
Temporal de nieve frío y con mucha nieve
La situación, para muchos españoles, se convierte en una encrucijada, especialmente en días como los que estamos viviendo. España lleva varias jornadas bajo la influencia de una masa de aire muy frío que incluso ha hecho que la noche de este 7 de enero se haya registrado la temperatura más baja jamás registrada en el país, de hasta -35,5 ºC, en los Picos de Europa.
A partir de este mismo jueves, está previsto que la borrasca Filomena, que ya ha entrado por el sur del país, se encuentre de lleno con esa masa de aire frío que lleva días instalada en España, lo que hará que pueda nevar en casi cualquier cota en el centro del país, y por encima de los 200 metros en el este. De hecho, los meteorólogos han anunciado posibilidad de ver nevar a nivel de mar en algunas zonas.
Además, la borrasca traerá precipitaciones especialmente abundantes, y se espera que en zonas del centro y este peninsular, sobre todo en Madrid y Castilla-La Mancha, puedan llegar a superarse los 30 centímetros de nieve acumulada en todo el temporal y en zonas muy poco habituadas a ello. En zonas elevadas y de montaña la nieve podría dejar acumulaciones de más de medio metro.
Así, gran parte de la población está obligada a permanecer en sus casas, por lo que el gasto de luz será más alto del habitual, especialmente con las calefacciones encendidas. A todo esto hay que sumarle el hecho de que en España se están volviendo a confinar amplias zonas del país por el avance de la tercera ola del Covid-19, por lo que la gente, literalmente, no puede salir en muchos casos ni de su municipio.
¿Por qué sube la luz cuando más falta hace?
La pregunta que muchos se hacen es por qué la luz sube de forma estratosférica cuando más uso se hace de ella, y la respuesta en la tarifa regulada (Precio de Venta al Pequeño Consumidor, el PVPC). Un 40% de todos los hogares españoles tienen esta tarifa y dependen de precio que marca el mercado mayorista, por lo que es lógico que cuando más electricidad se usa, su precio sea más elevado.
El precio del mercado mayorista sube porque en épocas como la actual la demanda de energía se dispara, obligando a las compañías a recurrir también a la energía que llega de las centrales nucleares y centrales combinadas para poder cubrir a toda la población. Como ese tipo de energías tienen unos precios más elevados que las que se producen con energías renovables y otras centrales energéticas, eso acaba repercutiendo en el precio que finalmente las compañías eléctricas aplican a sus tarifas.
En el caso de las tarifas libres no se produce este desbarajuste porque el consumidor paga todo el año la misma tarifa, independientemente de su precio en el mercado mayorista.