Pese a que nadie ni desde el Gobierno ni desde la Generalitat se atreve aún hablar de una situación descontrolada, el brote de Lleida preocupa y mucho. Las últimas cifras de contagios facilitadas por el departamento de Salud del gobierno catalán elevan a 338 los casos dentro del área sanitaria de Lleida. De estos, 280 se han producido en el Segrià, la comarca con unas 200.000 personas que lleva confinada casi una semana.
Es cierto que estos números facilitados hoy no corresponden solo a las últimas 24 horas. En la comarca, los casos han ido creciendo desde el lunes. Ha sufrido un crecimiento exponencial en le que se ha pasado de 44 casos el lunes, a 141 el martes, a 169 el miércoles y 16 el jueves, que estén confirmados por el momento.
Aun así, desde los hospitales de la región están preocupados por este incremento constante y ya han hecho saltar las alarmas sobre un posible colapso si la situación. El director del principal hospital, el Arnau de Vilanova alertaba que «la capacidad de la zona covid está agotada, por lo que hoy o mañana abriremos la tercera planta».
Insiste en que ahora mismo los centros hospitalarios viven una «situación crítica», pues «si la curva no baja, pronto tendremos la capacidad agotada». Desde el colegio de médicos de Lleida confirman que los niveles son ya parecidos a los que había en marzo.
En la región ya no solo se producen brotes entre temporeros, en residencias o en empresas hortofrutícolas. Ahora mismo insiste que «la sensación que tenemos es que el aumento de casos es muy difícil de controlar». El responsable del Arnau de Vilanova ve ya una situación de «transmisión comunitaria».
Ahora mismo los hospitales de Lleida cuenta con 84 personas ingresadas en sus instalaciones con Covid-19, dos más que ayer. 11 de estas personas siguen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 46 de estar personas se encuentran hospitalizadas en el Arnau de Vilanova mientras que el resto se reparten entre el resto de centros hospitalarios.