Todo el mundo mira con atención lo que está ocurriendo en el Reino Unido después de que el país hubiera anunciado el descubrimiento de una nueva cepa del Covid-19. Aunque por el momento esta variante del virus no significa un incremento de la mortalidad, sí que tiene la particularidad de que se transmite a mayor velocidad.
Esto ha puesto en jaque al Reino Unido que se ha blindado prohibiendo la movilidad y restringiendo los contacto al máximo con el objetivo de frenar los contagios. Todavía no hay constancia de que esta mutación haya escapado de las fronteras británicas y saltado a otros territorios, pero España siente especial preocupación por Gibraltar.
Gibraltar, el punto más débil de la frontera
Tras saltar la noticia de la expansión de la nueva cepa del coronavirus, la Policía Nacional encargada de controlar la frontera con Gibraltar, ha explicado que todo sigue funcionando con total normalidad y que, por el momento, no se han reforzado las medidas de seguridad. Por ello, ya han puesto en conocimiento del Ministerio del Interior la petición de reforzar los controles sobre El Peñón. Una petición que ha sido escuchada por el Gobierno anunciando el refuerzo del control fronterizo.
Sin embargo, 'El Español' ha podido comprobar que, a pesar del anuncio del Gobierno, todavía no se ha producido dicho refuerzo lo que pone en riesgo a los agentes de seguridad que allí se encuentran trabajando: «Nuestros agentes están más expuestos que nadie. Podemos asegurar con total certeza que a día de hoy no hay instrucciones ni se han adoptado medidas especiales para preservar la salud pública de nuestro territorio respecto de las personas que vienen de Gibraltar».
Si hay un punto en la geografía española que suponga un alto riesgo con respecto al Reino Unido, es sin duda, Gibraltar. Debido al gran número de personas que transitan por El Peñón procedente del Reino Unido, este paso fronterizo representa el punto más «débil» en el control sanitario.
No hay controles exhaustivos
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han denunciado el escaso control que existe a la hora de poder certificar que las personas que acceden a España desde Gibraltar no suponen un riesgo de contagio. «Solo se muestra el DNI. La gente que llega a Gibraltar en avión no hay manera de controlarlos desde España» aseguran.
«Mucha gente que necesita PCR para venir de Reino Unido a Málaga o Sevilla, puede venir a Gibraltar sin control y pasar la frontera igualmente. Incluso en el caso de que se suspendan los vuelos con Reino Unido, Gibraltar seguirá siendo un coladero» advierten fuentes policiales encargadas del control del paso fronterizo.
PCR y refuerzo sanitario
A pesar de la problemática que supone esta nueva variación del virus, Fabián Picardo, el ministro principal del Peñón, explicó en una rueda de prensa que se está trabajando con el Departamento de Transporte del Reino Unido para que los vuelos sigan funcionando, pero siempre atendiendo a «una manera mutuamente acordada, segura y protegida que permita el movimiento de personas y bienes entre nosotros». Por el momento, Picardo ha anunciado que no se baraja la posibilidad de restringir el desplazamiento de su población a territorio español.
La intención de seguir permitiendo la llegada de británicos a Gibraltar estará sujeta a la obligación de que las personas procedentes de Londres aporten «una prueba actual negativa de Covid». Una PCR que habrá tenido que ser realizada «no más de tres días antes de su llegada» y que en el caso de que no haya sido efectuada «se dispondrá de la opción de hacer una prueba rápida en el aeropuerto».
Por el momento solo se conoce que esta nueva cepa del Covid-19 se transmite a mayor velocidad, pero todavía no se tiene conocimiento sobre cómo funciona y las consecuencias que traerá. Ante esto, la Policía Nacional ha pedido que se adopten medidas de seguridad más contundentes y de manera inmediata para proteger a todos los agentes encargados de la frontera.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha solicitado mediante un escrito «medidas urgentes en materia de riesgos laborales» debido al «peligro sanitario que representa la propagación de una nueva mutación del virus» para los trabajadores encargados de la vigilancia «debido a la intensidad de los intercambios turísticos y comerciales que mantiene nuestro país con Reino Unido».