Todavía no se ha puesto el punto y final definitivo a la pandemia y ya ha llegado una nueva bacteria contagiosa. Se llama Shigella y ya hay casos confirmados en España.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ya ha detectado ocho casos de Shigella en nuestro país. Todos ellos corresponden a un brote que se ha originado en Reino Unido, pero todo apunta a que no son los únicos. La organización ya está estudiando otros 22 posibles contagios de Shigella sonnei en nuestro país.
Qué es la Shigella y cómo afecta
Shigella es una bacteria que se encuentra normalmente en los intestinos. El microbio infecta el aparato digestivo y provoca unos síntomas muy parecidos a la gastroenteritis. A pesar de que no se trata de una infección grave, es muy contagiosa.
La infección por Shigella causa una diarrea bacteriana que es conocida con el nombre de disentería. A causa de ello, se produce una inflamación en el intestino y, consiguientemente, provoca una diarrea grave con presencia de moco, sangre o pus en las heces.
Desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) se destaca el alto riesgo de contagio de Shigella. “La shigelosis es la gastroenteritis con mayor riesgo de contagio, ya que un inóculo bacteriano de tan solo 10-100 bacterias viables puede producir enfermedad en adultos sanos”, señala en su página web.
Cuando una persona se infecta por Shigella, la bacteria se adhiere a las células intestinales, las invade y las destruye, produciendo así una diarrea sanguinolenta.
Esta patología infecciosa afecta principalmente a niños menores de seis años, aunque es extraña su presencia en bebés de menos de 6 meses, y también es común en ancianos. A pesar de ello, puede afectar a personas de cualquier edad, independientemente de su sexo. Un aspecto a tener en cuenta es que una mala nutrición es un factor importante que afecta a la frecuencia y a la gravedad de la infección.
La mayoría de casos de Shigella se producen por transmisión persona a persona vía fecal-oral. Aunque también puede darse un contagio si se produce la contaminación de alimentos o agua con heces de pacientes infectados.
Los síntomas más frecuentes de Shigella
El síntoma principal que provoca la infección de Shigella es la diarrea, la gravedad de esta oscila entre moderada y grave. Otro de los síntomas de este agente infeccioso es la disentría, es decir, la enfermedad infecciosa caracterizada por una inflamación del intestino. Como consecuencia, produce moco, sangre o pus en las heces, dolor abdominal de tipo cólico, náuseas, vómitos y una temperatura corporal superior a 38 ºC.
Los síntomas de Shigella suelen durar alrededor de una semana y van menguando progresivamente hasta desaparecer por completo.
En los casos más graves de una infección por Shigella, se podría padecer una deshidratación grave, a causa de perder excesiva cantidad de líquidos y electrolitos sin hacer una correcta reposición de estos.
Cuando la infección se produce en niños de corta edad y en ancianos, suele ser necesaria la hospitalización para mantener una mayor vigilancia y realizar un mejor control del tratamiento.
Cómo evitar la infección de Shigella
La principal medida que puede evitar la contracción de este agente infeccioso es tomar medidas higiénicas. Un correcto lavado de las manos con jabón es la medida más eficaz, especialmente antes de manipular alimentos o después de ir al baño.
Además, si una persona está infectada debe extremar las medidas higiénicas y controlar el manejo de las heces. En el caso de los niños infectados es importante tirar el pañal a la basura dentro de una bolsa sellada. Además, la zona donde se ha realizado el cambio de pañal debe ser desinfectada cuidadosamente.
A pesar de su alto riesgo de contagio, la Shigella no es una enfermedad grave. “El pronóstico es muy bueno para la mayoría de los pacientes, aunque en los niños de corta edad, ancianos, y pacientes desnutridos o con sistemas inmunitarios deficientes, pueden existir un mayor número de complicaciones”, señalan desde la SEMI.