El coronavirus empieza a verse como algo diferente. Ya no se detecta como una amenaza y ahora, después de dos años fatídicos, parece que empieza a convivirse con cierta normalidad. Al menos, esto es lo que se desprende de la última comparecencia de las autoridades.
Y es que se ha afirmado en una comunidad autónoma que entre tres semanas y un mes después de retirar la mascarilla en interiores en las escuelas, se generalizará a toda la población.
Este territorio es Cataluña, donde el Conseller de Salut, Josep Maria Argimon, en declaraciones a La Xarxa, ha defendido esta retirada "gradual" y ha explicado que lo llevarán al Consejo Interterritorial esta misma semana.
La mascarilla seguirá siendo recomendable
Argimon, en esta línea, confió en que podrán "persuadir" al resto de comunidades y que se acabará apostando por esta estrategia.
Sin embargo, afirmó que será recomendable seguir llevándola en lugares de mucha concentración, como el transporte público, o en el caso de personas vulnerables. También ha explicado que se está revisando la decisión de mantener las cuarentenas en los centros de educación especial.
La amenaza de la séptima ola, real
Argimon ha defendido la normalización poco a poco de la vida diaria, aunque es consciente de que una séptima ola puede llegar. En todo caso, ha señalado que si las cosas empeoran, habrá que dar un paso atrás.
En cuanto a la nueva vigilancia del coronavirus que debería establecerse a partir de abril, ha explicado que se dejará de contar caso a caso, pero que habrá un sistema de vigilancia "reforzado" que permitirá conocer una estimación de la incidencia del virus, como ocurre ahora con la gripe.
También se secuenciarán todos los casos graves que lleguen a la UCI y aleatoriamente casos comunitarios -ahora se hace entre un 5 y un 8% de secuenciación de casos positivos-.
Por último y en cuanto al conflicto abierto entre Rusia y Ucrania, el responsable del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña ha afirmado que han enviado una lista al gobierno español sobre el material de ayuda que pueden enviar a Ucrania.
Entre este material se encuentran desfibriladores, respiradores y camas articuladas. El conseller ha dicho que también hay disponibilidad de atender a heridos si fuera necesario.