Entre los millones de víctimas que el coronavirus ha dejado en todo el mundo se encuentran historias tan dramáticas como esta. Ángel y Silvia, un matrimonio joven del sur de California, han fallecido con pocas horas de diferencia. Dejan atrás 25 años de feliz convivencia y cuatro hijos huérfanos.
Álvaro Fernández, de 44 años, y Silvia, de 42, se infectaron al mismo tiempo y su estado de salud empeoró rápidamente. La familia de la pareja ha confirmado que ninguno de los dos llevaba la vacuna. Según han desvelado, tenían miedo sobre sus efectos secundarios y querían esperar a que hubiera más investigación.
Pero la pandemia vuelve a arreciar en todo el mundo y les pilló por sorpresa. La infección les alcanzó por igual y murieron apenas unos días después, así que no tendrán tiempo a esperar mejores vacunas. Su caso es un argumento más para concienciar sobre la importancia de la vacunación en el mundo.
Una decisión equivocada
Las autoridades sanitarias nunca han negado la existencia de posibles efectos secundarios en la vacuna. Pero sí han afirmado que los beneficios de la vacuna son mucho mayores que los riesgos. Ponerse la vacuna entraña un pequeñísimo riesgo de tener un efecto secundario grave, pero no ponérsela entraña el altísimo riesgo de enfermar.
Es lo que les ha pasado a Álvaro y Silvia, cuyo miedo a vacunarse es comprensible, pero su decisión se ha demostrado equivocada. El 19 de diciembre murieron con pocas horas de diferencia, apenas unos días después de dar positivo. Dejan a cuatro hijos huérfanos, entre ellos dos mellizos de 17 años.
Según ha revelado SkyNews, el hombre tenía problemas de salud previos como la diabetes. Se desconoce si ella también tenía enfermedades previas que hubieran podido acelerar el fatal desenlace. Hay que recordar que además de frenar el contagio, las vacunas ayudan a que los síntomas de la Covid-19 sean más leves.
Su muerte ha sido como una revelación
Por todo ello, la familia de los fallecidos ha hecho un llamamiento sobre la importancia de las vacunas contra el coronavirus. Quieren que su ejemplo ayude a concienciar a la población sobre los riesgos de no vacunarse. La muerte de Álvaro y Silvia ha sido, según afirman, “una revelación”.
“Esto es una especie de revelación para todos los miembros de familia, de que quien no esté vacunado definitivamente debería recibir sus vacunas”, ha dicho la hermana del fallecido. Además de lanzar el mensaje, han iniciado la recaudación de fondos para ayudar a los hijos huérfanos del matrimonio.
Estados Unidos lidera las cifras del coronavirus en todo el mundo con 54,2 millones de personas infectadas, y 824.000 fallecidos. El 62% de la población del país cuenta con la pauta completa de vacunación. Se trata de niveles bastante bajos en comparación, por ejemplo, con España (90%).
Buscaba información en internet
“Mi hermano y mi cuñada eran dos personas muy cercanas”, explicó Salvador para NBC Los Ángeles. “Se conocieron en el instituto cuando tenían 15 años y no podían vivir el uno sin el otro”, relata. Por eso no se extraña que hayan muerto juntos, ya que de algún modo cree que estaban predestinados.
Sobre su decisión de no vacunarse, afirma que “él estuvo buscando información en Google porque no se creía toda la información que sale en la tele”. Hay que recordar que las redes sociales son el principal medio de difusión de las teorías negacionistas y antivacunas. Los expertos recomiendan hacer caso a las opiniones avaladas por estudios científicos.
Sin embargo, él y su mujer han caído víctimas de la nueva oleada de coronavirus en California, por la variante Omicron. De acuerdo con las cifras, esta variante supone el 59% de los casos. La pandemia sigue siendo una amenaza y la vacuna, buena parte de la solución.