Sheila tenía 29 años y hacía un mes y medio que acababa de ser mamá cuando su pareja, Jorge, la mató cruelmente. La historia de su vida es el relato de un infierno de malos tratos continuados a manos de tres parejas diferentes. Con el último creía haber encontrado por fin la paz, pero acabó muerta en sus manos.
Ahora, Jorge ha recibido una buena noticia. El asesino de Sheila ha pedido perdón por los hechos y ha recibido una rebaja de la pena de 25 a 15 años. Fiscalía y acusaciones han acordado con la defensa una reducción de la pena de cárcel, atendiendo a las atenuantes de confesión y arrepentimiento.
La muerte de Sheila dejó huérfanos a sus cinco hijos, entre ellos un bebé de mes y medio fruto de su relación con Jorge. El crimen, ocurrido en febrero de 2019 en Planes (Alicante), puso de manifiesto la dureza de la violencia de género en España. Con el juicio han vuelto a revivir las escenas de aquel asesinato.
Víctima de un cruel asesinato
Sheila, una joven de 29 años y madre de cinco hijos, murió degollada por su pareja en una casa de campo en Planes, Alicante. Había denunciado a tres parejas anteriores por malos tratos. Un año atrás empezó una nueva relación con Jorge, con quien acababa de tener un bebé antes del trágico desenlace.
Fue el propio asesino quien llamó a la policía afirmando que su pareja se había quitado la vida. De hecho, en un primer momento investigaron el suceso como un suicidio. El caso dio un giro 48 horas después, cuando los resultados de la autopsia confirmaron que el corte en el cuello era incompatible con el suicidio.
Tanto la víctima como el agresor eran vecinos de Alcoy y se habían trasladado hacía un año a esa casa de campo, a seis kilómetros del casco urbano. El 9 de febrero de 2019, después de una discusión, el hombre acabó con la vida de su pareja. Luego intentó engañar a los agentes haciéndolo pasar por un suicidio.
Acuerdo y rebaja de la pena
La semana pasada tuvo lugar el juicio por este crimen en la Audiencia de Alicante. Durante la segunda sesión se puso de manifiesto el acuerdo alcanzado entre Fiscalía, acusaciones y defensa. La fiscal del caso explicó que el pacto había sido posible después de que el autor reconociera los hechos y mostrara arrepentimiento.
La acusación destacó que el acusado había pedido perdón por haber negado el crimen durante la fase de instrucción. La prueba documental practicada durante el juicio demostraba además su autoría en los hechos. En las conclusiones queda claro que no hubo ningún suicidio, ni terceras personas.
Los agentes que participaron en la escena del crimen pusieron de manifiesto la evidencia aplastante del crimen. Los peritos forenses descartaron la existencia de restos de sangre o presencia de ADN en otras personas. Queda demostrado que en la casa no había nadie más, excepto la víctima, el agresor, y el bebé de mes y medio.
Ha pedido perdón
En virtud de las atenuantes de confesión y arrepentimiento, la fiscalía accedió a retirar el agravante de parentesco. De esa forma se reduce la pena de 25 a 15 años de cárcel. Sí permanece en cambio la apreciación de alevosía, ya que el procesado actuó de manera repentina sin que la víctima pudiera defenderse.
Según el ministerio público, Sheila se encontraba inconsciente debido a los golpes recibidos antes de ser asesinada. Las acusaciones, tanto la ejercida por la familia como la popular, se adhirieron a la propuesta de la fiscalía. Por su parte, la defensa renunció a la petición de absolución que estableció al inicio del juicio.
Jorge renunció a su derecho a la última palabra y se limitó a decir que no tenía nada más que añadir. Sólo volvió a pedir perdón, un arrepentimiento que le valdrá diez años menos de privación de libertad. Así se cierra este triste caso, el de una mujer maltratada que acabó muerta y con cinco hijos huérfanos.