El chalé donde tuvo lugar el crimen parricida de Santi acordonado

Santi, el chico de 15 años que mató a sus padres y a su hermano: ‘No nos lo esperábamos’

“No nos esperábamos algo así de Santi”, apunta un amigo del joven

El crimen parricida cometido por Santi no ha dejado a nadie indiferente. Santi es un adolescente de 15 años que acabó con la vida de sus padres y de su hermano, de 10 años, tras ser castigado por sus malas notas. El demoledor suceso tuvo lugar en la pedanía de Algoda, un municipio de menos de 900 habitantes situado en Elche (Alicante).

La sangre fría que tuvo Santi para ejecutar el crimen ha dejado la piel de gallina a toda España. El chico de 15 años cogió una escopeta de caza y mató a disparos a sus padres y a su hermano. El detonante que desencadenó la ira del menor para cometer el triple asesinato fue una discusión a raíz de que sus padres le hubieran dejado sin internet y sin teléfono móvil con motivo de sus bajas calificaciones.

Santi era un chico ‘tímido e introvertido’

Santi era algo introvertido, pero hablador. Según señala El Español, era un chico aficionado a los videojuegos y estaba bastante activo en redes sociales. 

El adolescente se había cambiado de instituto recientemente. Las personas que lo conocen apuntan que siempre había sido un buen estudiante, excepto estos últimos meses. En este último trimestre, Santi había suspendido 5 asignaturas y sus padres le castigaron por ello. Sin embargo, él se vengó de su familia de la peor de las maneras.

Cuando le preguntaban en clase por su cambio de actitud en cuanto a los estudios, Santi argumentaba que le daba pereza esforzarse, según publica el citado medio.

Acabó con la vida de sus padres y su hermano, de 10 años

Con tan solo 15 años, Santi fue capaz de asesinar a su familia con una sangre fría indescriptible. Su padre, Jaime, tenía 51 años y trabajaba en una empresa de mantenimiento de semáforos. El progenitor era aficionado a la caza, motivo por el cual el hombre tenía armas en casa.

Por su parte, la madre de Santi no era muy partidaria del uso de las nuevas tecnologías, pues la familia vivía en una casa de campo donde había problemas de cobertura. La progenitora intentó reconducir la conducta del menor en el terreno de los estudios. Por ello, decidió aplicar un castigo a su hijo denegándole el acceso a lo que más le gustaba: el internet y el teléfono móvil. Algo que desató la furia del joven de 15 años y terminó matando a sus padres y a su hermano.

Los vecinos los describen como una “familia completamente normal”. “No nos esperábamos algo así de Santi”, apuntaba un amigo del joven.

Chalé donde residían Santi y su familia
El chalé donde tuvieron lugar los hechos está siendo investigado por las autoridades | Europa Press

La confesión de Santi

Todo empezó cuando la madre de Santi le comunicó el castigo al menor por sus malas notas. Las primeras pesquisas de los investigadores señalan que el menor pudo haber tenido una fuerte discusión con su madre y, tras ello, fue a buscar la escopeta de caza y le propició dos tiros.

Pero ahí no quedó la cosa. Acto seguido, Santi disparó a su hermano de 10 años y esperó a que su padre llegara a casa para hacer lo mismo con él. Según apunta El Español, Santi apretó el gatillo contra su padre nada más entrar en casa, mientras los cuerpos sin vida de su madre y su hermano yacían en el suelo.

Al parecer no hubo ninguna señal de alerta, porque nadie escuchó los disparos. El chalé donde residían está situado en el campo y las viviendas de los vecinos están muy dispersas.

Después de haber cometido el triple asesinato, Santi escondió los cadáveres en un cobertizo y siguió su vida rutinaria con normalidad. 

Un cobertizo rodeado de árboles y césped
El joven guardó los cadáveres de sus padres y su hermana durante días en un cobertijo | Canva

Santi simuló que su madre seguía viva contestando en WhatsApp

La crueldad y la frialdad de este parricidio no termina aquí. Al parecer, el menor cogió el teléfono de su madre fallecida para contestar a los mensajes que le llegaban por WhatsApp. De esta manera, el adolescente simulaba que su progenitora aún seguía con vida, según publica El Español.

Santi confesó el triple asesinato a una vecina después de que esta le preguntara por su familia, ya que hacía días que no los veía.

Un gran desplegamiento policial se presentó en la vivienda del chico para comprobar si lo que decía era cierto y Santi fue trasladado a la comisaría. Aunque ni allí mostró el más mínimo de los remordimientos por el crimen que cometió, según señala ABC.

“Se ve que la madre le quitó el móvil y la tablet, y eso le afectó a la cabeza”, confesaba Angelita, una vecina de la familia. Santiago pasará a disposición de la Fiscalía de Menores, donde decidirán su internamiento.