El drama del acoso escolar vuelve a golpear de la forma más terrible. Klos Mueller, un chico de 13 años de Missouri (Estados Unidos), se ha quitado la vida después de atravesar un verdadero infierno en el colegio. Su madre denuncia ahora la pasividad de las autoridades ante la situación que vivía su hijo.
Según asegura la madre del menor, informaron a la escuela de la situación de acoso a la que era sometido. Sin embargo, “no actuaron como era debido” y el chico acabó tomando la decisión más radical. Por eso, Sheila promete no descansar hasta que tomen conciencia del problema y algo cambie.
Mientras, en el entorno del adolescente sigue la consternación por el trágico desenlace de esta historia. El acoso escolar ha aumentado un 20% en los últimos años y se registra cada vez a edades más tempranas. La mayoría de estos chicos sufren el calvario en silencio, y por eso es importante detectar los síntomas.
El último mensaje que envió
“Preferiría estar muerto que ir a la escuela un día más”, es lo que dijo Klos antes de quitarse la vida con solo 13 años. Es un buen reflejo de lo que vivía este adolescente, para el cual ir a la escuela se había convertido en un tormento. Días antes de cometer el suicidio, envió un mensaje a un amigo anunciando sus intenciones.
Klos, estudiante de octavo grado en LaSalle Middle School de Rockwood, en Missouri, no aguantaba más el acoso. En el centro sufría las burlas y la intimidación de sus compañeros a diario. Hace apenas unas semanas, su madre envió un correo electrónico a la dirección para informar sobre el problema.
En el correo relataba un espeluznante episodio ocurrido cuando estaba en el colegio. Klos perdió a su padre cuando solo tenía dos años, ya que este se quitó la vida precisamente de la misma forma. Un compañero de clase se acercó a Klos para burlarse de su padre: “Toc toc, quién soy, seguro que tu papá no”.
La respuesta del centro escolar
El centro escolar respondió que el problema estaba bajo control y que se trataba en todo caso de meras cuestiones disciplinarias. En opinión de la madre, la respuesta del colegio no fue la acertada y la muerte de su hijo se podría haber evitado. Ahora he emprendido una batalla para que no vuelva a ocurrir.
“No puedo entender el hecho de tener que poner a mi hijo en un ataúd, no puedo”, lamenta Sheila. Recuerda que era “el niño más cariñoso” y se retuerce de dolor al pensar en el calvario que tuvo que atravesar. La dirección del colegio ha reconocido que hay mucho trabajo por hacer en ese ámbito.
“Tenemos que seguir trabajando mucho más para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder”, afirmó. Tras el suceso, el centro ha implementado una serie de programas para combatir el acoso escolar y mejorar la salud mental de los estudiantes. Un pequeño paso para resolver un problema cada vez más grande.
Lucha contra el acoso juvenil
De hecho, Sheila ha asegurado que no se detendrá y seguirá luchando contra el acoso escolar hasta que algo cambie. Como madre de otro niño de 5 años, no quiere que su hijo menor pase por lo mismo que Klos. “No quiere que se vaya de la misma forma, quiero que los niños malos dejen de ser malos”, ha afirmado.
Por su lado, la administración escolar ha asegurado que están “desconsolados por la pérdida de uno de los nuestros”. Han mandado su pésame “a la familia, a los educadores y a los amigos que conocieron y amaron a Klos”. Y han recordado que existe un programa de asistencia para la salud mental de los escolares.
Las nuevas tecnologías han multiplicado los casos de acoso escolar en los últimos años. El aislamiento, la irritabilidad, el trastorno del sueño o los estados depresivos son señales de alerta ante un niño que padece acoso. En España, además, hay varios servicios y líneas de prevención del suicidio.