Casi medio centenar de médicos de Barcelona piden «sacrificio» y «responsabilidad» a la ciudadanía para afrontar el golpe de una tercera ola de la pandemia. Todos ellos han firmado una carta conjunta en la que piden a la sociedad que se tome en serio las recomendaciones sanitarias, entre otros asuntos.
Un total de 46 médicos de los hospitales barceloneses Vall d’Hebron, Clínic, Del Mar, Sant Pau y de atención primaria han firmado esta misiva en la que piden «prudencia» ante la llegada de las vacunas y «el máximo rigor colectivo» y «sacrificio» para hacer frente a un nuevo repunte de la curva epidémica.
Estos facultativos, la mayoría responsables de unidades y grupos de investigación de los hospitales barceloneses, asumen el cansancio de la población y la fatiga de los profesionales tras meses de pandemia con sus consiguientes repuntes en el número de contagios, pero piden no bajar la guardia.
«Hay que tomarse muy seriamente las recomendaciones epidemiológicas y sanitarias que sean más adecuadas para que el impacto de la tercera ola sea la menor posible», insisten estos profesionales en una carta que coincide con un momento de especial tensión en Cataluña, donde se ha producido un gran repunte en el número de contagios que ha obligado al Govern a estudiar la posibilidad de dar un paso atrás en su plan de desescalada y mantener medidas más restrictivas.
Relegados a un segundo plano
«Una nueva situación de emergencia sanitaria, como ha pasado en la primera ola, produciría una pérdida de salud a la sociedad que nos costaría muchos años recuperar», señalan los firmantes de esta misiva.
Estos expertos del mundo sanitario hacen referencia a todo lo que se ha dejado de hacer debido a la pandemia. Además destacan el miedo de los pacientes a acudir al hospital y la infravaloración de los síntomas. Y es que el sistema sanitario se ha volcado en frenar el desafío del coronavirus y esto ha terminado pasando factura a otros procedimientos médicos. De hecho los datos avalan que se han diagnosticado un 15 por ciento menos de pacientes con cáncer y se ha atendido un 40 por ciento menos de visitas en las áreas de salud mental.
Esta situación por supuesto tiene consecuencias. «Otros ejemplos que tienen que hacer reflexionar son la gravedad de los infartos y los ictus que hemos visto estos meses y que hacía años que no veíamos», añaden en su misiva. Esto es solo parte de los daños colaterales de una pandemia que está asolando al mundo entero.
La importancia de no bajar la guardia
Los profesionales firmantes insisten en mantener las medidas de protección individual. «Hemos visto en esta segunda ola de la pandemia que las medidas de distanciamiento físico y el uso continuado de la mascarilla fuera del ámbito estrictamente unifamiliar son imprescindibles para evitar diseminar la infección», señalan.
Además, estos profesionales destacan la mejora «significativa» de la mortalidad en esta segunda ola en que ha «mejorado el conocimiento sobre cómo tratar de forma eficaz la enfermedad». «Aun así el número de personas que desarrollan la enfermedad sigue siendo muy elevado, así como los enfermos que desarrollan secuelas tras superar la infección, y de estos aún no sabemos cómo evolucionarán a medio y a largo plazo», puntualizan.
Para ilustrar sus palabras en lo que se refiere a la mortalidad, los firmantes han utilizado un símil. Según ellos, la cifra de fallecidos por Covid-19 en esta segunda ola ha sido «como si cada día en España se estrellara un avión tipo Airbus 320 (los días mejores) o un Boeing 747 (los días peores)». Y es que aunque la mortalidad ha descendido, la situación en el país continúa siendo preocupante.
Tras recordar «el bajo porcentaje del PIB» que se dedica a la sanidad pública, que está «siempre bastante tensionada y en algunas ocasiones al límite», los profesionales piden que, cuando termine la pandemia, se «definan las prioridades que la sociedad quiere». «Nos enfrentamos a una tercera ola con la ciudadanía cansada por todo el esfuerzo de la limitación de la movilidad y socialización hecho hasta ahora, con unas pérdidas económicas y una situación de crisis que no se recuerdan desde el final de las guerras europeas del siglo pasado y que afecta a muchísimas familias», destacan.
Este grupo de sanitarios señala también en su misiva la importancia de seguir manteniendo las medidas de distancia, lavado de manos y uso de mascarilla para no extender el virus aunque llegue la vacuna. Y es que su llegada no implica para nada que la pandemia haya terminado De hecho, los firmantes de esta carta señalan la importancia de que la población acuda a vacunarse «para conseguir cuanto antes la inmunidad comunitaria».
De cara a las fechas navideñas, estos sanitarios lo tienen claro: «el número de aviones que se estrellen los próximos meses dependerá de lo que hagamos las próximas semanas y en las fiestas de Navidad». Ésta es su particular forma de llamar la atención a quienes pretenden hacer caso omiso a las normas y celebrar estas fechas como si el Covid-19 no existiese.