Mientras muchos españoles disfrutan de sus vacaciones e intentan disfrutar de las ventajas de la nueva normalidad, la situación que se está viviendo en algunas ciudades de España es realmente dramática. Además del foco de Lérida, el que más preocupa ahora mismo es el rebrote de L’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona, donde los sanitarios piden ayuda.
La jefe de servicio ambulatorio, Gemma Herández, avisa: «Estamos rozando el colapso. Hemos multiplicado por tres las asistencias. Es mucho peor que en marzo o abril. En el barrio de La Florida estamos viviendo ahora la pandemia con mayúsculas».
El goteo de pacientes es constante y se van acumulando en las puertas. Las celadores insisten en que tienen que mantener las distancias de seguridad, pero la mayoría de pacientes hace oídos sordos. La situación en esa zona de españa se parece mucho al caos.
El ayuntamiento de L’Hospitalet sabe que el aumento de los casos es preocupante en tres barrios. Este miércoles se suspendieron todas las actividades culturales, deportivas y de ocio nocturno y se limitó el aforo de los restaurantes al 50% de su capacidad en la zona norte de esta localidad vecina a la capital catalana.
El teniente de alcalde de derechos sociales en L’Hospitalet, Jesús Husillos, advierte de que el consistorio tiene las manos atadas y denuncia: «sabemos que la ley de protección de datos impide a la Generalitat comunicarnos donde viven los positivos. Aun así, tenemos que hacer algo para poder detectarlos, saber con quién se relacionan y si guardan el confinamiento».
Este representante está convencido de que pueden parar la propagación del virus, ya sea con servicios sociales o con policía local, pero advierte que necesitan actuar con contundencia. Al parecer, buena parte de los vecinos no son conscientes de la gravedad de la situación.
Una situación que bien podrían reflejar Isabel y María Luis, dos vecuna de 80 años que viven entre los barridos de la Florida y la Torrassa. Se reúnen como cada día para tomar café y charlar en el mismo bar dentro de un pequeño mercado. Parecen poco preocupadas: «Si no me muero este año será el que viene», dice una de ellas entre carcajadas.
Barcelona, ante la segunda ola
El lugar donde se reúnen cada mañana está en el centro de los tres barrios amenazados por el rebrote, un espacio con una gran densidad de población donde viven 100.000 vecinos. Por eso el ayuntamiento ha pedido que los vecinos no salgan de casa si no es imprescindible, aunque las dos amigos recuerdan que vivieron tres meses encerradas y que «aquello no es vivir».
Y mientras los vecinos de esa localidad intentan vivir con normalidad, el sistema catalán sigue trabajando sin descanso en una situación que empieza a ser angustiante. Más de la mitad de los nuevos contagios registrados en Cataluña tiene lugar en la ciudad de Barcelona y su área metropolitana sur, donde se encuentra L’Hospitalet de Llobregat.
La Conselleria de Salut ha informado este miércoles de 938 nuevas infecciones registrada ayer, de las cuales 492 tuvieron lugar en Barcelona y el área metropolitana sur. Este nuevo millar de infectados recuerda a las cifras de marzo, cuando la pandemia azotaba con fuerza.