Dos meses después de comenzar la campaña de vacunación contra el Covid-19 en las residencias españolas de ancianos, los datos son esperanzadores. Como consecuencia de esto, se han flexibilizado las medidas en estos centros, aunque deben estar alerta.
Han pasado más de dos meses desde que se iniciaron las vacunaciones en los centros de mayores. Las cifras demuestran que la inmunización de esta población está funcionando. Por ello, desde el Ejecutivo español se ha decidido flexibilizar las normas de visitas, actividades o precauciones en estas instituciones. No obstante, hay que tener en cuenta que el Covid-19 sigue todavía muy presente y que «el riesgo no desaparece por completo» aunque ya se les haya suministrado la vacuna.
Este jueves la Comisión de Salud Pública ha acordado el plan para Semana Santa, una fecha señalada que se quiere evitar que traiga las mismas consecuencias que la celebración de la Navidad.
[predef]espaadiario-631[/predef]
Para que los mayores recuperen algo de «normalidad» en sus vidas, se han adaptado las medidas para estos días festivos en las residencias de ancianos y otros centros de servicios sociales. Como primera medida se contempla que «se debe informar a los residentes, trabajadores y familiares que, aunque existe un riesgo significativamente menor después de la vacunación, no desaparece por completo, ya que la vacuna no garantiza una protección total a todas las personas vacunadas».
En cualquier caso, los directores generales de Sanidad han acordado permitir actividades en grupo en estos centros, el uso de las zonas comunes y, lo más importante para los residentes allí, «flexibilizar el régimen de visitas y salidas tras una valoración individualizada de cada residente y de cada centro».
A diferencia de lo que ocurrió en las fechas navideñas, cuando se recomendó que si un residente salía para pasar unos días con su familia se hiciera una PCR al regresar, ahora, con la vista puesta en Semana Santa, no se contempla una medida análoga. «De forma general no se realizará PDIA a la salida y reingreso de residentes vacunados», señala el acuerdo.
A pesar de ello sí se podrá realizar en el caso de personas que no estén vacunadas o cuando se valore que deba ser así en función de la duración de la ausencia o de las actividades realizadas fuera del centro.
Toda precaución es poca
Además, de manera general, se desaconseja hacer cribados periódicos o pruebas serológicas en las residencias y tampoco se ve preciso ejecutarlas en quienes trabajen en ellas, para quienes Gobierno y comunidades autónomas también han actualizado este jueves algunas pautas.
En primer lugar, recomiendan activamente que se vacunen y piden que no se incorporen a un centro residencial hasta que hayan completado la pauta, es decir, hayan recibido las dos dosis. Y es que conviven con personas vulnerables y hay que tratar de protegerlas frente a este virus que se ha cobrado ya miles de vidas en todo el mundo.
En caso de que haya un residente con sospechas de contagio, el acuerdo dice que deberá ser aislado hasta que sea diagnosticado. Si el individuo es positivo seguirá aislado, se le hará PCR y se pondrá en cuarentena a sus contactos estrechos. Además, «se protegerá de forma especial a los residentes no vacunados, si es posible situándolos en habitación individual».
Los residentes que en un caso de esa naturaleza no estén aislados ni en cuarentena podrán mantener el régimen de visitas y salidas «con normalidad».
Por otro lado, la Comisión de Salud Pública ha retrasado la decisión prevista sobre qué tipo de enfermos de «alto riesgo» de menos de 60 años tendrán prioridad a la hora de vacunarse sin necesidad de esperar a su franja de edad.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, indicó este miércoles que la decisión se tomaría este jueves, pero finalmente se ha pospuesto hasta nuevo aviso.
[predef]infrmate-ms-sobre-el-coronavirus-622[/predef]